La Propuesta | JenLisa

Epílogo

Enamorarse es lo mejor que le pudo haber pasado a ambas, se unirían para siempre, se amarían para siempre e incluso después de la muerte, se buscarían en su otra vida y se casarían. Siempre estarán juntas, no existe una barrera para el  amor, eso siempre le recordó su abuela.

Estaba sentada en la cama, con su moño en mano, estaba nerviosa y quien no lo estaría en su boda, en su hermosa y grandiosa boda. Miles de invitados, miles de personas que presenciarían aquel acontecimiento que las uniría. Sus manos sudaban, no dejaban de jugar la una a la otra, se miro al espejo, respiro hondo y dejo que su mejor amiga la maquillara.

Jisoo: No puedo creer que seas la primera en casarte.

Comento su amiga con melancolia. 

Lisa: Lo sé, Jisoo, pero no pude evitarlo. Esa mujer me tiene a sus pies.

Comento con una mueca.

Jisoo: Veo quien es la que manda en la relación.

Comento con sarcasmo. 

Nayeon: Vamos, Chu, las tres sabemos que Rose te trae de una correa.

Comento riendo de aquel comentario.

Jisoo: Calla, coneja, que Jeongyeon no se queda atrás. Te he visto como te dejas gobernar por ella.

Ambas chicas, Lisa y Jisoo rieron.

Lisa: Vamos, chicas, dejen de pelear. 

Jisoo: ¿Quien pelea?

Alzo una ceja.

Nayeon: Vamos, Lice, olvida a esa tonta. Alguien quiere verte.

Camino hasta la puerta y dejo pasar aquella pequeña hermosa. Que llevaba una falda gris con adornos de color blanco y un moño del mismo color y una polera blanca con cuello en forma de V. La joven pidió permiso a sus amigas de dejarlas solas y ellas salieron del lugar.

Lisa: Hola, pequeña, ¿que sucede?

La sentó en su regazo, haciendo que la pequeña la mirara.

Lia: Lice, ¿eles feliz?

Pregunto jugando con ambas manos.

Lisa: Claro que lo soy, pequeña, ¿por que preguntas?

Tomo el rostro de su hermana.

Lia: Es que tú te ilas y me dejalas aquí, sola, como siemple.

Susurro con la voz triste, la pelinegra sonrió y nego.

Lisa: Claro que no me iré, estaré siempre contigo, por que eres mi pequeña y dulce hermana. Eres mía, eres una parte mía, eres la segunda mujer a la que siempre amare, por que la primera es mamá y eso no se discute. Después sigues tú, luego abuela y por último Nini, son las mujeres más importante en mi vida y jamás las dejare solas.

La pequeña sonrió y la beso en la mejilla.

Lia: Vamos, Lice, que es hola de que te unas a Nini.