18. Un Lecho De Serpientes Y Ratas.

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Jiang Zheliu no sabía cómo debía responder.



Esta maravillosa persona había llegado a su vida demasiado tarde.



Parecía que en este punto, sin importar cómo respondiera, sabía que el otro no lo dejaría ir fácilmente. El estado en el que se encontraba ahora significaba que realmente no tenía nada que valiera la pena corresponder.



Extendió la mano para cubrir la del otro. La palma de su mano y las yemas de sus dedos estaban ligeramente mojadas, las gotas de agua goteaban lentamente.



-Entiendo-. Jiang Zheliu dijo: -Es solo que yo ... No he hecho nada para merecerlo. No sé qué hacer si sigues tratándome así.




-¿Qué quieres decir con que no has hecho nada para merecerme?-. Wen Renye lo miró fijamente, -No te trato bien porque creo que eres fuerte y que puede beneficiarme de alguna manera, ni porque tengas muchos admiradores porque eres tan amable y poderoso, es solo que ...Solo he pensado en ti todo este tiempo. El prestigio, la fama y la fortuna no tienen nada que ver con esto. No creas que solo porque todos los demás quieren algo de ti, yo también soy así. Solo quiero hacer lo que deseo y estoy dispuesto a hacerlo. ¿De qué tienes que avergonzarte? ¿No has pasado toda tu vida haciendo todo lo posible por aquellos que en realidad deberían estar avergonzados de sí mismos?



Wen Renye siempre había sido bastante crítico con esa promesa en el lecho de muerte, que en su opinión era menos como valorar a Jiang Zheliu y más como atarlo con la moral y los favores.


Pero Jiang Zheliu se tomó esta promesa muy en serio, porque Zhu Wenyuan lo crió, lo alimentó y le dio un lugar al que llamar hogar, por lo que le devolvió su larga vida a la secta Ling Xiao. -Incluso si eres feo en el futuro, te trataré igual-. Wen Renye en realidad no quería decir esas cosas, en sus ojos filtrados de amor, sin importar cómo se veía Jiang Zheliu, para él el otro aún sería una belleza, -Incluso si realmente fueras una burbuja que se rompería al primer toque, Todavía querría quedarme a tu lado.



De hecho, Jiang Zheliu había escuchado esas palabras con bastante frecuencia. Desde el día en que comenzó a cultivarse hasta ahora, no faltaron las personas que lo adularon, haciendo votos como evidencia, jurando estar completamente dedicados solo a él, pero nunca había creído en ninguno de ellos.



Pero en este momento, no tenía la fuerza para decir "No te creo". -A veces siento como si te hubieras ido en un abrir y cerrar de ojos y te dispersarías como una ligera bocanada de humo-. Wen Renye descubrió que sus emociones se estaban descontrolando un poco y trató de calmar su voz, -Jiang Zheliu, ¿acabas de venir al Reino Mortal para completar tu misión? Cuando todo haya terminado, no tendrás reparos en irte. Yo ...


Jiang Zheliu habló con una pequeña pausa, -Cuánto tiempo podré seguir viviendo ya no depende de mí. Incluso si quiero vivir una vida larga ahora, mi tiempo es limitado, el mundo va en contra de la razón.



-Eso no puede ser-. Estas palabras se sintieron más duras que el rechazo de su confesión: -Mientras me entiendas, no espero que me des una respuesta. Mientras estés vivo, no hay nada más importante.



Jiang Zheliu no sabía cómo persuadirlo, quería decirle a Wen Renye que este último todavía tenía una larga vida por delante, quería decirle que debía haber un compañero más adecuado que pudiera acompañarlo por el resto de su vida. Quería preguntarle por qué quería gastar tanto de sus esfuerzos en un inválido, Pero nuevamente, no sabía cómo persuadirlo. Fue precisamente porque pudo ver la absoluta sinceridad de Wen Renye que no pudo pronunciar una sola palabra. Solo podía tomar suavemente la mano de Wen Renye y decirle: -Está bien.

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