27.Historia de amor secreta

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Reino del diablo.

Como se dijo en innumerables registros, el Reino del Demonio estuvo oscuro todo el día, había pocas horas de luz al día.

Wen Renye entró en el salón Jingshan, se quitó la capa exterior y se la entregó a uno de sus subordinados. Debido a la influencia en el Reino del Demonio, sus cuernos de demonio gradualmente comenzaron a revelarse, acompañados de una energía horrible y feroz que estaba lejos del demonio suave y moderado que apareció en los ojos de Jiang Zheliu.

El demonio que estaba encendiendo las lámparas en el Salón Jingshan estaba en su forma de demonio original, tenía unos dos metros de altura, con una cola huesuda dura y extremadamente dura, que ahora estaba enrollada en el costado de los pilares de piedra del Salón Jingshan.

Wen Renye se sentó en el trono en el salón Jingshan, extendió la mano para recoger la tableta de jade de la mesa, su energía diabólica fue estimulada. Todos los registros y noticias sobre el ataque a las puertas de Xuan Tongju se mostraron frente a sus ojos, divididos en diferentes categorías, todo estaba extremadamente claro. Leyó de principio a fin, hasta que casi llegó al final, se detuvo un momento y miró a su subordinado, Shi Binghen.

— ¿Todo salió según lo planeado?— Wen Renye dijo esto con los dientes apretados, —Shi Binghen, dijiste que el progreso era difícil y estancado, ¿de dónde venía eso?

Shi Binghen fue uno de los pocos grandes demonios que pudo contactar directamente a Wen Renye. Era muy valiente y bueno peleando, y excelente en el manejo de los asuntos, por lo general, no molestaba al Señor del Demonio por un pequeño asunto que podía resolver él mismo.

El gran demonio vestido de rojo se paró en silencio al pie de los escalones, inclinando la cabeza y ahuecando sus manos: —Señor Demonio, tú...—. Quería hablar pero se detuvo, haciendo una pausa por un momento antes de decir: —El asunto entre tú y Jiang Xianzun se ha extendido al Reino del Demonio, esta vez hemos solicitado tu presencia, porque...

—Fue mi decisión.

Cuando esta voz resonó en el salón Jingshan, una enorme sombra entró.

La luz de las velas ilumina la armadura de hueso y las púas esparcidas en el cuerpo del otro, así como las alas de hueso que se despliegan lentamente en su espalda.

Al mismo tiempo, las diabólicas puertas de piedra del Salón Jingshan se movieron repentinamente, capas sobre capas de luz prohibida brillaron desde las puertas, iluminándose con los dedos en un aterrador resplandor rojo sangre.

Wen Renye volvió a poner la tableta de jade en su mano sobre la mesa, su par de ojos morados cambiaba constantemente de color, cambiaba entre la oscuridad y la luz, su estado de ánimo cambiaba y se agitaba con olas sobre olas de energía diabólica.

—...Padre.

Las enormes alas de hueso frente a la armadura color sangre, se cerraron gradualmente y se evaporaron, la enorme y espantosa bestia casi feroz de un cuerpo de demonio se dispersó, revelando gradualmente el rostro de una forma humana.

Wen Renjian estaba de pie en medio del pasillo, sosteniendo un bastón de hueso en la mano.

—Jiang Zheliu — Recitó el nombre una vez, —Su relación con el Reino del Demonio, no lo ignorarás. A lo largo de los años, si no fuera por él, ese montón de escoria derrochadora en el Mundo de Cultivo habría estado muerto y enterrado durante mucho tiempo. Te pedí que regresaras esta vez para preguntarte cara a cara, el situación entre tú y él, ¿es verdad?

Esta fue una pregunta mortal con una respuesta incierta.

Lo que le preocupaba a Jiang Zheliu sucedió.

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