Logan.
Me sorprendí con la relación entre Daiki y Liv. Parecían hechos el uno para el otro, a diferencia de Gabriel, Daiki dejaba que Liv brillase. Estuvimos juntos en ese pequeño descanso, decidí estar con ellos y no con toda la clase, que quería saber a dónde había ido. Me di cuenta de lo que decía Atenea, Liv se parecía a Balder en su forma de ser, tan pacífica, aunque ella no quería darse cuenta de que Liv también se parecía a ella. No era una relación que únicamente tuviese elementos románticos, si no también de hermandad. A Daiki y a Liv le habían robado dos años en los que podían haber estado perfectamente juntos.
Fuimos hacia clases, Daiki en dirección a la suya y Liv y yo volvimos hablando. Únicamente me preguntó si había visto a su madre, asentí, ella sonrió y miró al horizonte de una forma... ¿tierna? La abracé, por un lado, no podría ver a su madre nunca, había entendido que para que en el mundo existiese esperanza, ella y su descendencia debía de habitar en él. Viajar al Olimpo no era una opción, tampoco lo era viajar a Asgrard.
—Por fin has vuelto Logan —soltó el profesor desde la mesa.
—Ya era hora —respondí con una amplia sonrisa.
No me pasó desapercibido que toda la clase riera, que el foco que durante ese tiempo Freya únicamente había tenido sobre ella se desplazara hacia mí y que Liv riera con ellos. El profesor comenzó a dar las clases de forma normal, todo seguía igual que siempre, pero con pequeños cambios. Noté las miradas de Freya a Liv, y de cómo Liv no le prestaba atención, como si existiera un muro entre ellas. No entendía la actitud entre ellas, ¿qué había pasado?
Una vez en la comida Daiki me lo explicó, el rechazo de Freya, el numerito del salón de actos. Todo eso, junto a ver a Jack, continuamente, había hecho que Liv se fuera alejando, hasta el punto de no querer saber nada de Freya en el terreno sentimental.
—Le ha hecho mucho daño. —Explicó Daiki. —Estuvo muy mal...
—No sé qué pretende Freya. —Expuse en alto.
—Creo que quiere estar con Liv, pero no entiendo su actitud. Sé que le molesto, me lo ha dicho, pero... Liv quiere estar conmigo, también. Yo he asumido que Liv no va a ser monógama, y Liv no quiere hacerle daño a Freya...
—Es compleja la situación —concluí.
Recordé el momento en el que conocí a Liv, parecía una sombra de lo que fue, sin ambiciones, sin nada... Borrarle ese año hizo que resurgiera como el ave Fénix, y era ella misma. Me encantaba que fuera así de libre, cabezona y que te retase con un par de palabras. Liv era especial, tenía respuestas mordaces, tenía rapidez mental e ingenio. Su mirada fue seria cuando me dijo lo que no era, las sonrisas sinceras que tenía, yo...
—Logan... —Comenzó a decir Daiki. Dejé atrás mis pensamientos y lo miré. —Si me pasase algo...
—Daiki, no te va a pasar nada —respondí.
—Ya, ya. —Comenzó a decir de nuevo. —Pero si pasase, cuida a Liv por mí. Es mucho más sensible de lo que parece, el otro día...
Parecía que iba a decir algo trascendental. Lo miré expectante, ¿Qué quería decirme?
—Hola chicos —dijo Liv. —Logan, tenemos que contarte algo, tienes que venir a mi casa después de clase.
—¿A tu casa? —pregunté socarrón. —¿Os queréis montar un trío o algo?
—No —respondió Liv entre risas. —Tráete algo de ropa de deporte. Y... no te pongas modo, "nórdicos, sois mis enemigos". —Comenzó a decir imitándome.
—Yo no hablo así —dije. Ella se rio. —Vale, lo haré.
Daiki y yo no volvimos a hablar del tema, y ese fue el primer error que cometí. Tras las clases fui con Daiki y Liv a casa de esta última, fue raro que Freya no viniese con nosotros. Daiki y yo nos llevábamos bien, a pesar de que aparentemente no nos pareciésemos en nada, únicamente en el blanco de los ojos. Al llegar, me dijeron que llenara de agua una de las muchas botellas de acero y subimos al piso de arriba, directamente a la habitación de ella.
ESTÁS LEYENDO
Los secretos de Pandora
FantasíaEn un tiempo lejano los dioses griegos y nórdicos sellaron la paz con un pacto en el que Pandora jugó un papel primordial y que guardó un secreto con recelo. A Liv siempre le han dicho que pase desapercibida y que no se meta en líos, pero su espíri...