capítulo 06

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—¿Qué pasa? —Jimin miró a Gureum, quien se había detenido. Suspiró—. Vas a descansar, ¿verdad? De nuevo.

El perrito simplemente empezó a caminar hacia un parque, echándose en la tierra mientras Jimin se sentaba en la banca frente a ellos. Soltó un suspiro, pasando una mano por su cabello. No había visto a los chicos en todo el rato, por lo que en esos momentos se encontraba solo.

—Te cansas demasiado rápido —dijo hacia Gureum, mirándole sacar la lengua—. Descansamos hace dos cuadras, ¿Jungkook no te saca a pasear?

El perrito lo miró sin expresiones, Jimin hizo una mueca.

—Jungkook... Ese hyung es demasiado... —suspiró, pasando una mano por todo su rostro—. ¿Tú sabes por qué me odia? No, por supuesto que no lo sabes. Eres un perro.

Gureum se acostó completamente, cerrando los ojos. Jimin le miró sin decir nada, recordando las palabras que Jungkook le había dicho. "No le quites la vista de encima". Era increíble lo sobre protector que era con él, incluso parecía un padre preocupándose por su hijo. Sonrió, imaginándose cómo sería con él a solas.

—Hola, hyung —la voz de Yoongi lo sacó de su ensimismamiento—. ¿Descansando?

—Sí, ¿cómo se llama este amigo?

—Nick, ¿a que es lindo? —se sentó a su lado, dejando al siberiano echarse junto a Gureum—. Su dueña también lo es.

—¿Una chica? —alzó una ceja coqueto—. ¿Es muy linda?

—Oh sí —lo imitó, haciéndolo reír—. De hecho, me sorprende no haberla visto antes en la escuela. ¿Tú sabías que el jefe del consejo estudiantil es una chica?

Alzó ambas cejas. —Ahora lo sé. Debe ser demasiado lista.

Yoongi abrió la boca para hablar, pero la voz que salió no fue suya. Ambos miraron al castaño que corría hacia ellos con una expresión de desesperación.

—¿Qué pasa, Tae? ¿Por qué estás así?

Taehyung se sostuvo de sus rodillas, tratando de calmar su respiración.

—Y-Yo... Segundos... Gato... Mikey... Correr —levantó la correa vacía.

Ambos se miraron preocupados.

—Calma, respira —Jimin sujetó sus hombros—. Ahora, ¿qué pasó?

—Mickey escapó.

—¿¡Cómo que escapó!? —Yoongi se alarmó.

—¡Como lo escuchas! ¡Se fue, voló, desapareció!

—¡Calmense! —interrumpió el rubio, suspirando—. Iremos a buscarla todos juntos, ¿de acuerdo?

Asintieron.

—Tae, ve por esa calle; Yoonnie, por aquella, yo me iré por este lado.

Se separaron, corriendo tan rápido como podían. Jimin tuvo que cargar a Gureum en brazos ya que estaba cansado y hacerle correr la cansaría aún más. Gritaba el nombre de Mickey, buscando aquella cosa peluda con un traje azul bebé y un pequeño moño rosa. Si no la encontraban a tiempo, estaba seguro que Hoseok los mataría. A los tres.

Siguió gritando su nombre, incluso preguntándole a las personas si le habían visto, pero no habían señales, y ya casi llegaba la hora de regresar. ¿Dónde podía meterse un pequeño perro como él? ¿Dónde?

Escuchó ladridos fuertes cerca de un callejón, por lo que se acercó curioso, observando a un gran perro negro gruñir y acrroralar a otro animal. Se asomó, logrando ver así a la pequeña Mickey hecha bolita y temblando de miedo.

Mierda, ¿y ahora qué?

—¿Park Jimin? —esa voz, él conocía esa voz—. ¿Qué estás...?

—Toma a Gureum —lo interrumpió, dándoselo y recogiendo una rama gruesa que había cerca.

—¿Qué haces? —Jungkook volvió a preguntar, acariciando a Gureum y asomándose por el callejón, asustándose al ver al animal de espaldas—. Jimin, alejate de ese perro.

—Mickey está en problemas, no me iré sin él —murmuró, acercándose lentamente.

El perro se dio cuenta de su presencia, volteándose para encararlo, Jimin sintió escalofríos al ver los ojos profundos del animal. Un jodido rottweiler. Era un jodido rottweiler macho.

—No te haré nada —murmuró, extendiendo una mano y la rama hacia él, cruzando sus piernas lentamente para rodearlo—. Quieto... Quieto...

Logró llegar hasta Mickey, lo tomó en brazos y miró al perro, quien seguía gruñiendo. Se agachó, tomando un puño de tierra y lanzándoselo, logrando que se distrajera y entonces salió corriendo.

—¡Corre!

—Pero...

—¡Que corras, idiota!

El fuerte ladrido del animal lo asustó, logrando que empezara a correr detrás de Jimin, escuchando los gritos del rubio y los suyos propios.

sweetie 丼 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora