Empezando de 0

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POV Yoongi

-Yoon, no te tortures. Esta fue mi decisión, tú me salvaste una vez, como no iba a hacer lo mismo por ti. Siempre serás mi hermano mayor.-

-Hoseok, no te vayas.- dije con las lágrimas cayendo por mis mejillas.

-Hyung, nunca me iré. Siempre estaré en tus recuerdos y siempre estaré cuidándote.-

En ese momento, las puertas detrás de Hoseok se abrieron y una luz blanca salía de la misma. Hoseok se despidió con la mano y se giró para irse por las puertas. Mientras más se alejaba, más lágrimas salían de mis ojos.

-Hyung, no me abandones.- pretendía ser un grito, pero salió como un susurro que el viento se llevó. Hoseok cruzó las puertas y la oscuridad volvió a reinar.

Abrí mis ojos y me pude dar cuenta que todo había sido un sueño. Sin embargo, mis mejillas estaban húmedas por haber estado llorando. ¿Hoseok me visitó en sueños? No soy alguien de creer en estas cosas, pero esta vez haré una excepción. Quiero creer que Hoseok ahora está en un mejor lugar y ya no está sufriendo. Con esto en mente me dispuse a pararme, pero sentí unos brazos que inmovilizaban mi cintura. Cuando alcé la mirada me encontré con Jimin. No estaba despierto aún, pero se veía bello de igual manera. No sé en que momento cruzamos la barrera jefe-subordinado, pero lo hicimos. Jimin ha sido un gran apoyo en estos días, sin él no creo que haya podido sobrevivir a esto. Antes de estos días pensé que no le importaba a nadie, pero ayer viéndolo a los ojos, vi preocupación genuina. Jimin se preocupa por mí, y algo en mí, no sé a que grado, le gusta eso. Se ve lindo cuando duerme, casi perfecto, quisiera trazar las facciones de su rostro con mis dedos, pero sé que no debo. En cambio, intento levantar su mano que está en mi cintura, pero solo logro que su agarre se intensifique y cuando lo volví a mirar ya se había levantado. Ahí estaban esos ojos que no he podido olvidar desde nuestro primer encuentro, y es que sabía desde ese momento, que él no era igual a los demás.

-Buenos días.- dijo Jimin con una voz ronca. Dios, no puedo creer lo sexy que se escucha recién levantado.

-Buenos días.- respondí igual.

-¿Pudiste dormir bien?-

-Sí, gracias  por lo de ayer.-

-No hay de que.-

-Jimin, ¿te puedo preguntar que hicieron con Hoseok?-

-Lo sepultamos como es debido.-

-¿Dónde?-

-En la colina detrás de la mansión.-

-¿Me podrías llevar ahí hoy?-

-Sí, pero antes necesito un baño y desayunar, tú también.-

-Está bien. ¿Te das la ducha primero?-

-¿Qué?- dijo Jimin algo sorprendido.

-¿Qué si te vas a bañar primero o yo?-

-Eh, no. Yo voy a mi cuarto a darme la ducha, además necesito mi ropa. Luego vengo con el desayuno.

Para este punto ya había levantado mi cabeza de sus piernas por lo que esto facilitó que Jimin se levantara y saliese como un rayo de mi habotación. No pude dejar de sonreí, es tan tierno cuando se pone nervioso. ¡Qué mal! La idea de Jimin dándose una ducha en mi habitación, era algo interesante. Pero, ¿qué cosas digo? Mejor me voy a dar un baño.

POV Jimin

¿Que me dé un baño allí? Dios mío, en que está pensando Yoongi, bueno en nada al parecer. Salí de la habitación de Yoongi y me dirigí a la mía. Estaba más aliviado porque hoy se veía diferente. Anoche lloró hasta quedarse dormido y en algún punto el cansancio también me venció. Temía que las pesadillas no lo dejasen dormir, pero la noche se mantuvo tranquila. A juzgar por sus bromas y que el color está volviendo a sus mejillas, sé que está mejorando. No sé que habría hecho si no volvía a sus sentidos. Sentía que lo perdía y que por más que trataba de sacarlo del abismo, no lo lograba. Me dí una ducha rápida y fui a por el desayuno. Intenté coger bastante comida ya que si íbamos a visitar a Hoseok se necesitaba la energía extra para subir y bajar la colina. No podía cargarlo en mi espalda, si lo hacía muchos iban a cotillear, y eso no es algo bueno.

Cuando iba camino a la habitación, me encontré con uno de los chicos.

-Jimin, vas para donde el jefe?-

-Si.-

-¿Cómo está?-

-Ya se siente mejor, de hecho hoy lo llevaré a visitar la tumba de Hoseok.-

-¡Qué bueno! Quería decirte que hoy haremos una fogata para recordar a Hoseok. Si quieres puedes venir y de paso le mandas el mensaje al jefe.-

-Claro, yo se lo diré.-

Me despedí del chico y me dirigí al cuarto de Yoongi. Claro que le diría lo de la fiesta. Quiero que se despeje y vuelva a estar con los chicos. Además, el clan necesita estabillidad, sino los enemigos vendrán a acechar. Cuando entré a la habitación, Yoongi estaba en la cama. Se veía más alegre y se había dado una ducha, su pelo goteaba por todos lados. Al menos hoy se veía mejor que ayer, la vida parece estar regresando a sus ojos. Le di el desayuno y comimos en silencio. Subimos la montaña en silencio, pero no era uno incómodo. Sé que Yoongi se encontraba nervioso por estar frente a la tumba de Hoseok. Yo en cambio mantuve el silencio por respeto al lazo familiar entre los dos. En la cima de la colina había un árbol y allí en la sombra se encontraba la lápida de Hoseok. En la misma solo se leía Jung Hoseok, 18/02/1994-20/10/2021. Yoongi se arodilló en la tumba y decidí dar un paso atrás para que él pudiese hacer lo que iba a hacer. Desde la distancia podía observar como Yoongi lloraba mientras tocaba la lápida. No sé porque, pero mi corazón se sentía agraviado. Quería ofrecerle confort, asegurarle que esto no volvería a pasar, pero no podía. Su estilo de vida le asegura que va a perder seres queridos en cualquier momento. Desearía que dejara este mundo atrás, que se marchara y comenzara una nueva vida. Sería lo mejor para ambos. Por un lado él no tendría que sufrir más y por el otro, no tendría que llevar acabo mi misión. Solo le he dado un poco de información a las autoridades, nada que no supiesen ya. He pedido más tiempo, sé que se impacientan, pero no pueden hacer nada. Yo necesito tiempo para organizar mis pensamientos y mis sentimientos, pero cada vez estoy más cerca de Yoongi y eso me confude. Siento que voy a perder la cabeza, pero no tengo miedo a eso, me asusta que eso no pase.

Ví que Yoongi estaba levantándose  así que me acerqué a él. Antes de irnos hice lo que venía a hacer. Añadí algo importante a la lápida de Hoseok: "Aquí yace un gran amigo y hermano". Ví como los ojos de Yoongi se agüaban y puse mi mano en su hombro cuando pasé a su lado. Comenzamos a descender y recordé que aún no le decía sobre la fogata a Yoongi.

-Yoongi, me encontré con uno de los chicos cuando fui a buscar el desayuno y me pidió que te dijera que hará una fogata para recordar a Hoseok. Dijo que si quieres, te les puedes unir. Creo que debes ir para aligerar la situación, la última vez que te vieron asesinaste a uno de ellos.-

-Sí, creo que debo ir.-

Es por esto que nos dirigimos hacia donde se encontraban los chicos. La noche ya había caído y todos se habían reunido alrededor del fuego. Cuando nos vieron llegar se tensaron un poco, pero luego las cosas se alivianaron. Ahora todos reían mientras contaban anécdotas graciosas de Hoseok, hasta Yoongi lo hacía. Sin duda alguna este no es un clan común, aquí todos son como familia y a juzgar por la sonrisa de Yoongi, él se preocupa por ellos aunque no lo demuestre. De pronto Yoongi se paró con una cerveza en mano.

-Propongo un brindis en honor a Hoseok. Que donde sea que se encuentre esté haciendo bromas y protegiéndo a los demás. - fue lo que dijo Yoongi.

-Por Hoseok.- dijeron todos y chocaron las latas.

La noche pasó entre risas y comida. Atrás quedaron las peleas y las lágrimas, esta noche se celebraba la vida. Cuando se hizo muy tarde, todos decidimos irnos a dormir. Cada uno de los chicos se fue a su habitación, menos yo. Decidí acompañar a Yoongi a la de él y asegurarme que llegara bien. Cuando llegamos a la puerta de su cuarto me disponía a despedirme, pero entonces se encuchó un "BOOM" seguido de otro. Alguien estaba intentando romper la portón de la mansión. 

Amor InfiltradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora