Capítulo 4: Preguntas sin respuesta

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Luz entró de golpe a la habitación para averiguar cómo era posible que esa chica desconocida supiera algo de su vida, o de su esposa para ser más exactos, pero la encontró profundamente dormida.

Se acercó sigilosamente hasta un lado de la cama y la observó dormir unos segundos más, se veía tranquila y serena, era increíble, pero solo verla dormir inspiraba una paz avasalladora.

Luz: Realmente te pareces tanto a ella hasta podría jurar que eres tú, pero eso sería imposible -se dijo a sí misma en un suspiro mientras retiraba un mechón de cabello del rostro de Amelia- pero a la vez son tan distintas... Mi Amity poseía un carácter fuerte y alegre, no le temía a nada y era mucho más extrovertida, en cambio, pareciera que no fueras de este lugar, te atemoriza el mundo, pero a la vez quieres descubrir todo en él, eres realmente un misterio... Pareces, pareces un hermoso ángel -susurró de pronto-

Pronto los recuerdos de los momentos vividos con su difunta esposa comenzaron a agolparse dentro de ella, realmente el parecido físico de ella con Amelia le estaban afectando.

Luz: Necesito un trago -se dijo a sí misma y salió de la habitación en busca del preciado whisky-

Tomó el vaso del licor dispuesta a beberlo de un sorbo.

X: El alcohol no es la solución a tus problemas Luz -se escuchó de pronto, la misma voz que oyó en el puente-

Luz: ¿Otra vez tú? -preguntó sumamente intrigada- dime ¿Qué es lo que quieres?

X: Debes protegerla, como ella hizo contigo, protege a Amelia -se escuchó nuevamente-

Luz: ¿A qué te refieres? ¿Cómo es que ella me protegió si yo ni siquiera la conozco? -preguntó pero la voz no se volvió a escuchar y sus preguntas nuevamente quedaron sin respuesta-

La luz del sol anunciaba la llegada del nuevo día y Luz ya se encontraba en pie preparando el desayuno, pero la extraña chica no parecía querer despertar.

El sonido de la puerta se escuchó de pronto, era Hunter en su inspección matutina, se sorprendió al ver a su hermana nuevamente arreglada, preparando el desayuno y sin la característica resaca que la acompañaba por las mañanas.

Hunter: ¡Luz! -exclamó al saludarla- qué alegría ver que estás mejor

Luz: Gracias hermano, pero no es para tanto, si tan mal no estaba tampoco -contestó con algo de ironía- pero trata de guardar más silencio que tengo visitas y no quiero despertarla aún.

Hunter: ¿Visitas? ¿Despertarla? -repitió con tono burlón- hermana, ¿No me digas que tienes una novia o algo así?

Luz: ¿Novia? ¿Hunter estás demente? El que esté intentando superar la muerte de Amity no quiere decir que la olvide, jamás podría enamorarme de nadie más que no fuera de ella, la amaré hasta el día en que me muera -contestó recuperando la seriedad que la caracterizaba-

Hunter: Lo siento, es que... yo pensé -el rubio no sabía que frase articular- entonces ¿De quién se trata?

Luz: Bueno... Ayer me encontraba paseando en las cercanías del puente, el que está cerca del parque -señaló- entonces escuché unos fuertes gritos provenientes en las cercanías de el -Luz prosiguió con el relato, contándole a su hermano todo lo sucedido la noche anterior, por supuesto omitiendo el hecho de que estaba en ese lugar ya que había intentado suicidarse ahí ya que Hunter solo se preocuparía aún más y omitiendo también la voz que lo guió hasta Amelia, ya que su hermano lo creería loca, si es que en realidad no lo estaba ya-

Enamorada De Un Ángel (Lumity)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora