La flor inmarchitable

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Parte 1
Los recuerdos siempre quedan en la lluvia.

Konan dio un paso al frente hacia la ventana como si hubiera sido llamada por la voz del viento que caía. Lo que podía ver era una torre que se alzaba hacia el cielo, y los canales de agua que recibían el agua de lluvia y aumentaban su nivel. Un escenario sin cambios positivos, un mundo con colores limitados: esto es la Aldea Oculta de la Lluvia.

Estaba rodeada por tres paíeses que tenían una gran fuera militar (el País del Fuego, el de la Tierra y el del Viento), y se había involucrado en muchos conflictos. Ellos, que eran grandes países, habían usado este territorio como un campo de batalla.

Las vidas de los que se habían visto envueltos en esta irracionable violencia eran incontables.

También Konan era víctima de esos conflictos. Perdió a sus padres. Su casa. Ni siquiera tenía comida suficiente. Lo único que podía obtener era su propia muerte. Entonces, con tal desesperación, una persona había rescatado a Konan.

—… Come.

Era franco, pero a pesar de eso tenía un calor que gradualmente la permeó.

El chico había sonreído ampliamente ante la mirada sorprendida de Konan.

—Yahiko.

La persona que le había dado a Konan, que lo perdiera todo, algo importante de nuevo.

—… Konan.

Entonces, alguien de repente la llamó.
Cuando se giró, un hombre estaba de pie allí.

El Rinnegan, con piercings. Una expresión que había perdido toda emoción humana.

El Camino Deva de Pain, el cuerpo de

Yahiko, que ya no sonreía.

—Parece que Madara viene hacia aquí.

El que le estaba hablando con la voz de Yahiko era Nagato, una persona tan importante como Yahiko para Konan.

—Entendido. —Konan asintió, y le dio la espalda a la lluvia.

☯️

—He oído que hay alguien que tiene información sobre las Bestias de Cola en el “Valle de las Mentiras”. —El hombre enmascarado, Madara Uchiha, quien estaba sentado en una silla, dijo mirando a Pain y Konan.

Madara. Uno de los ninja que se había convertido en leyenda, que todo ninja había oído al menos una vez. También era un hombre que debía estar muerto.

—… ¿Has oído que Kakuzu y Hidan lo destruyeron sin dejar rastro? —Pain alzó su voz con duda ante las palabras de Madara.

El Valle de las Mentiras, conocido como el “Paraíso en la Tierra”, era una aldea donde la gente que tenía una recompensa ilegal sobre su cabeza y cuyas vidas eran un objetivo, evitaban el ojo público. Habían oído el reporte de que Kakuzu y Hidan la habían encontrado y destruido por completo hacía poco.

—Aparentemente, hay un tipo que huyó de la aldea y sobrevivió. Ya lo he comprobado.

Ese tipo vino de la Aldea Oculta de la Roca, y hay una posibilidad de que fuera un conocido de un Jinchūriki.

El que replicó en lugar de Madara fue Zetsu, que parecía un ser más allá de lo humano.

Su mitad izquierda, que siempre charlaba alegremente, era el hablador Zetsu Blanco. El frío y de lengua ponzoñosa era el Zetsu Negro, la mitad derecha. Con sus dos personalidades, se movían por la tierra, con la habilidad especial de convertirse en árboles, y sus puntos fuertes eran cosas tales como la información y el apoyo logístico.

Akatsuki Hiden Donde viven las historias. Descúbrelo ahora