Parte 2

143 7 0
                                    


Poco después de dejar la Aldea Oculta de la Lluvia, la lluvia desapareció y el cielo azul quedó a la vista.

El cielo, sin nubes de lluvia, era amplio y alto. Entonces, la luz del sol era deslumbrante, e iluminó la tierra como si dijera que era imparcial ante todos los seres vivos. Era un poco odioso.

El mundo sin lluvia estaba lleno de muchos colores.

Ah, Konan, aquí, aquí.

Konan y Zetsu se habían reunido a los pies de las montañas que llevaban al Valle de las Mentiras. Fueron casi asimiladas con los árboles.

Aun queda la carretera de la montaña. Avancemos hacia la cima de la montaña co eso como marcador.

—… Entendido.

Mantuvieron sus conversaciones al mínimo. Konan trató de llegar al siguiente punto de reunión rápido, pero Zetsu Blanco de repente gritó:

—¡Aaaaaah!

Ella estaba en guardia, preguntándose si era el enemigo, pero su mirada se giró hacia la raíz de un árbol cercano a ellos.

—… ¿Qué pasa?

Konan, Konan, mira eso.

—¿…?

El cuerpo de Zetsu se movió hacia la raíz del árbol, y Zetsu Blanco lo señaló diciendo:

Eso, eso.

Sin bajar la guardia por completo, Konan lo miró. Entonces, inconscientemente dejó de respirar.

¿No es como la flor que llevas, Konan?

Lo que había allí eran flores blancas. Como Zetsu dijo, parecía que el ornamento para el pelo que Konan hizo de papel.

Sin embargo, Konan tenía una razón más para sorprenderse.

Tenía un dulce aroma. Despertó los recuerdos de Konan.

Era algo de cuando Yahiko aun estaba vivo.

☯️

Konan y él se habían detenido en una aldea cercana a la frontera. Su objetivo era comprar provisiones. Esta aldea, sobre la que caía una leve lluvia, era una posición estratégica para el comercio, y un lugar donde la gente iba y venía. También había objetos curiosos de diferentes países en las tiendas. Las había tanto para gente ordinaria como armadas por las frecuentes guerras, y que vendían armas ninja.

—… Konan, hay sellos explosivos y bombas de humo.

Habiendo encontrado una tienda que vendía armas ninja en un lugar más íntimo, Yahiko ojeó los objetos.

—Pero son caros.

Las etiquetas de precio fijadas a ellos eran un poco demasiado altos para Yahiko y ella, ya que apenas tenían fondos. No solo para Yahiko y Konan: la cantidad de dinero estaba bastante fuera de rango para la gente de Amegakure.

—… Estamos cerca del País del Fuego. Aparentemente hay también tiendas que proveen a los ninja de Konoha. También intentan forzar un alto precios en ellos.

A Yahiko, que puso una mirada frustrada, el dueño de la tienda que estaba dentro declaró:

—Si solo miráis sin comprar nada, podéis iros a casa.

Incluso el dueño de esa tienda no creía que fueran de su propio país, incluso si eran de Amegakure. Probablemente, si ninja de Iwagakure o Sunagakure los invadieran, también viviría lamiéndoles los pies. Y luego, las herramientas ninja compradas en esta aldea matarían a otras personas de Amegakure.

Akatsuki Hiden Donde viven las historias. Descúbrelo ahora