—... estamos aquí. —Dijo Hohozuki, presentándoles un acantilado.
Si uno mirara más allá, podrían ver el río corriendo debajo de él. El río probablemente había formado este acantilado con el tiempo.
Los vientos que soplaban desde el valle eran fuertes, y ocasionalmente traían el agua de debajo del acantilado al bosque.
—... ¡No hay forma de que haya un pueblo aquí, maldita sea! —Hidan gritó sin pensar.
—¡Pero la hay! —Dijo Hohozuki. Mostró a Hidan y Kakuzu las bolas de barro que sostenía, y luego las arrojó tan fuerte como pudo hacia la montaña opuesta.
—¿Qué estás haciendo?
Se esforzaron para seguir las pequeñas bolas de barro, y vieron como luego golpearon la montaña opuesta... no.
—Mierda, ¿desaparecieron?
En el mismo momento en que las bolas de barro golpeaban la montaña opuesta, desaparecieron de la vista.
—Pfft, una ilusión... —Kakuzu comenzó a mirar a su alrededor con la mayor intensidad, pensando que lo tenía todo resuelto.
—Hey, Kakuzu, ¡qué demonios está haciendo, en serio!
—Parece que mientras nuestra guardia estaba baja, nos atraparon en una ilusión. Por eso, lo único que podemos ver allí es una montaña.
En ese momento, los fuertes vientos del suelo del valle comenzaron a levantarse. Como estaban al borde de un acantilado, cuando el agua del río se unió al viento, su niebla tocó sus mejillas.
Kakuzu sonrió y luego murmuró para sí:
—Así que esta es la fuente.
—¡¿Me dirás que cojones está pasando?!
—Hm, cuando el río levanta el agua, una fragrancia fluye desde él, causando ilusiones. La fragrancia también tiene un efecto relajante, así que te hace creer que el aire del bosque es frío y refrescante, haciendo que obvies que estás en una ilusión.
Ahora que pensaba en ello, la atmósfera en la zona se sentía casi demasiado perfecta. Kakuzu de inmediato formó un sello.
—¡Liberación!
Disipando la ilusión, Kakuzu miró a la montaña una vez más, y una mirada de entendimiento afloró en su cara.
—Así que eso era…
—¡Kakuzu! ¡Déjame verlo también! —Hidan se quejó casi desesperado.
—Libera la ilusión tú mismo. —Kakuzu gruñó, pero aun así liberó la ilusión para Hidan.
—… Whoa… —Hidan tragó ante la visión.
Había un agujero gigantesco excavado en la mitad de la montaña, y casas alineadas en ese agujero. Daba la extraña sensación de que sería un lugar que crearía Deidara, otro miembro de Akatsuki, que no pensaba en nada más que no fuera arte, queriendo bombardearla de inmediato si alguna vez la viera.
—La gente de la aldea lo llama “Shangri-la”… —Hohozuki había estado en babia, pero mientras miraba a la aldea, sus ojos se oscurecieron y aturdieron.
Hidan realmente no le molestaba en absoluto.
—La familia de la recompensa podría estar allí, huh. ¿Qué vamos hacer, Kakuzu?¿Mataremos a todos?
Si Hidan y Kakuzu estuvieran solos, no tendrían ningún problema en destruir una aldea de ese tamaño y escala. Pero Kakuzu no quería eso.
—Estas son unas circunstancias bastante especiales… Exploraremos la ciudad, encontraremos lo que estamos buscando, y nos iremos con el mínimo daño.
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Akatsuki Hiden
RandomLa historia oculta de akatsuki FLORES DE MALDAD TOTALMENTE FLORECIDAS AUTOR: Shin towada ARTISTA: Masashi Kishimoto Traducido al español por Akatsuki: mi-castillo-de-arena.blogspot.com