My way to love ~ Jenlisa (Mi forma de amar)

Capítulo 12. situaciones a posta.

- ¿Qué está pasando? ¿Dónde estamos? - dijo una Lisa que acababa de despertar y ver que ya no estaba más en el campamento.

- Vamos camino a tu casa, no te encuentras bien. - Jennie volteo a ver a Lisa ya que iban en carretera.

- Pero me siento estupendamente, ¿ya nos alejamos mucho del campamento? - dijo dándose un masaje en la sien.

- ¿Por qué quieres volver? - miro a la pelinegra de reojo.

- ¿Se puede?.

- Claro que no, no nos falta mucho para llegar a Clentown.

- Y ¿Por qué me trajiste tú?.

- Tu novia se tuvo que quedar a cuidar a los tuyos también - dijo refiriéndose a los alumnos.

- Ah... Sí.

- ¿En serio te sientes mejor?.

- No, la verdad no - dijo intentando pararse para sentarse bien, pero fallo y volvió a quedar recostada en el asiento trasero.

- ¿Quieres que lleguemos a un hospital, o que vaya directo a tu casa? -. Pregunto viéndola por el espejo retrovisor.

- A mí casa.

- Pero, no creo que estés en condiciones, es mejor ir al hospital.

- No importa, quiero ir a casa, dame tu celular voy a poner mi dirección en Google maps, quiero volver a dormir.

- Está bien, toma - le dio su teléfono.

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- ¿En verdad te sientes mejor? Te vi demasiado rara en el camino - dijo dándole la mano a la pelinegra para que saliera del auto y entrara a su casa.

- Claro que no me iba a sentir mejor, no sabes manejar, no sabes las náuseas que tenía... - dijo riendo.

- Eres demasiado mentirosa, Manoban - también rió.

~

- Gracias por traerme realmente te lo agradezco - le dijo la pelinegra mientras se acostaba en su cama.

- No hay de qué, ¿Y tus gatos?.

- En casa de la madre de la señorita Park.

- Ah... Ya.

- Sí, ella los ama, y ellos a ella. - le dijo sonriendo. - si quieres puedes irte ya, no te preocupes por mí.

- Está bien, si quieres mañana vengo a verte, por si ocupas algo. - dijo buscando las llaves de su casa en su bolsa - mierda - susurró.

- ¿Pasa algo?.

- Hmm... No Tengo mis llaves, las olvide en casa por salir con prisas.

- Pero tu mamá está en casa ¿No? - le preguntó.

- No, ella siempre sale a la ciudad vecina por su trabajo, y justo hoy le tocó salir. Pero No te preocupes, dormiré donde Irene.

- Puedes quedarte en la habitación de invitados si quieres - le dijo Lisa recargandose en la cabecera de la cama.

- No, Lisa, cómo crees...

- Insisto, no pasa nada, nadie la usa.

- Está bien, me quedaré, te lo agradezco.

- No te preocupes, Jennie.

- Saldré un momento a la tienda de conveniencia, no he comido nada, traeré algo para poder comer.

- ¿Sabes dónde está?.

- Sí, la vi cuando veníamos, no tardó, descansa por favor.

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