Shadowhunters: Temporada 4.

[02] El chico alto de cabello negro.

Clary caminaba por Manhattan después de una mañana como cualquier otra en la Academia de Arte de Brooklyn. Mantenía su cuaderno de dibujo entre su brazo izquierdo mientras buscaba y rebuscaba en su mochila su teléfono celular.
Tenía un trabajo de escultura con Tamlyn, una chica que había conocido al entrar a la Academia.
Clary Fray, una chica de 19 años egresada a la Academia de Arte de Brooklyn y con un futuro prometedor. Eso es lo que las personas dirían sobre ella. Clary había perdido a su madre hacía un año y su padrastro había desaparecido de la nada dejándola sola y sin nadie después de la muerte de su mejor amigo, Simon. Con el tiempo, lo había logrado superar, pero siempre había algo allí, como un vacío, como si algo le faltara.

-¡Clary!- ella levantó su mirada y vio a la chica rubia a unos metros de ella saludando energéticamente.

Clary le sonrió y avanzó hacia ella.
Tamlyn se encontraba en una de las bancas de allí. A muchos metros de distancia, estaba una iglesia abandonada de Manhattan. Estaba totalmente en ruinas, totalmente.

Es raro que aún no la usen para otra cosa pensó clary mirándola mientras avanzaba.

Cuando llegó con la chica, dejó sus cosas junto a Tamlyn. De reojo vio algo raro. Parecía como si la iglesia estuviera en perfecto estado, como si el abandono no estuviera, ni nunca hubiese estado allí. Eso la asustó. Miró directamente a la iglesia inmediatamente, pero ésta seguía de manera normal, como siempre había estado. Entrecerró los ojos sin saber que era lo que había visto. ¿Lo habia imaginado? No, la iglesia estaba en buen estado. Ella lo había visto.
Negó con la cabeza. Estaba volviendo a imaginar cosas.

-¿Estás bien?- preguntó Tamlyn- ¿Sucede algo? Pareciera como si hubieras visto un fantasma. O mejor aún... ¡¿Un vampiro?!

-Ya te dije que debes dejar de leer Crepúsculo- contestó Clary tomando de nuevo su cuaderno mientras tomaba haciendo junto a la chica- La idea de vampiros brillando no es correcta- tomó el lápiz y comenzó un dibujo.

-No tienes manera de saberlo porque no conoces a uno.

Clary lo analizó por un momento.
Tamlyn tenía razón, no conocía a ningún vampiro. LOS VAMPIROS NO EXISTÍAN.
Pero si era así, ¿por qué en el fondo sentía que estaba en lo correcto con el comentario sobre los vampiros? ¿Por qué sentía el impulso de decir que tenía razón?
Pero solo se limitó a contestar:

-Tienes razón.

Continuo con el dibujo mientras Tamlyn contaba energéticamente los chismes de la Academia de esa semana: Sophia había terminado con su novio por decirle que no tenía futuro como artista (como si no fuera excelente); a Kate la habían expulsado por encontrar que era la fuente de ventas de cocaína; a Lewis le había ido muy bien en la exhibición de hacía dos días, había logrado vender una de sus pinturas; Emmett estaba contento de que su hermana menor, Lottie saliera del clóset al fin. Lo común en la Academia. Lo de todos los días.
Tamlyn también añadió chismes sobre su propia vida (que si la tía Harriete habia hecho esto, que si la prima Grace habia dicho aquello). Solia ser interesante oírla hablar. Clary olvidaba sus problemas con ella.
Había conocido a Tamlyn unos días después de que ésta llegara a Nueva York desde México. La chica buscaba un departamento y Clary necesitaba una compañera, todo encajó perfectamente.
Justo cuando su amiga terminó su charla, Clary había terminado el dibujo.

-¿Qué son esos símbolos?- preguntó la rubia.

Clary no comprendió. ¿Simbolos? ¿Cuales símbolos?
Fue entonces que miró bien lo que había dibujado. Efectivamente, allí habían símbolos que nunca antes había visto.

-Es... extraño. Ni siquiera quería dibujarlos- estuvo a punto de borrarlos, pero Tamlyn le tomó del brazo.

-¡No! Déjalos. Se ven cool. Es como... un contraste con el paisaje de edificios.

-Bien, si tu lo dices- dejó el borrador.

-Es fantástico como has dibujado la iglesia. Se ve como nueva- rió un poco- Hasta creo que deberían remodelarla.

-Tal vez- se quedó pensativa- No es mi estilo de arte pero...

-Sé que te gusta lo abstracto, pero los dibujos a lápiz te quedan GENIAL- enfatizó la última palabra- Ahora que lo pienso, ¿esto tiene algún significado?- señaló el dibujo.

-¿Me creerías loca si te digo que no sé que es lo que acabo de dibujar?

-Tal vez. Pero en ocasiones un poco de locura hace que las personas sean interesantes- se encogió de hombros- ¿Sabes? Deberías conseguir un chico misterioso.

-¿Y que tiene que ver lo misterioso con la locura?

-Que solo una loca como tú saldría con un misterioso- ambas rieron juntas hasta que Tamlyn agregó- El rubio del que me contaste es un buen partido.

-¿Hablas del rubio que por algún razón creo conocer pero no lo conozco?

-Si, exactamente. Ese mismo rubio.

A lo lejos, pudo ver a un chico alto de cabello negro acercarse a la iglesia. Era guapo, muy guapo. Y alto, demasiado alto, tal vez 1.80 o 1.90. Clary lo observó por unos segundos ¿esos ojos eran verdes o cafés? Era difícil saberlo. Tenía tatuajes como los de la chica y el chico que había visto en la exposición de arte, el rubio con tatuajes raros y la pelinegra de tacones altos. Y ahora se añadía otro más a la lista: El chico alto de cabello negro.
De repente, la mirada del chico y la de Clary se encontraron. El chico se detuvo y entrecerró los ojos, pero ella no apartó la vista. La boca del chico se abrió un poco, como si esto lo hubiera sorprendido, aceleró el paso y cuando se acercó aún más a la iglesia, desapareció.

-¿Viste al chico que pasó por allí?- señaló el lugar, pero Tamlyn la miró desconcertada.

-Clary, no había nadie allí.

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Era el día libre de Alec. Había salido de Alicante para la cena que tendrían en familia, y de paso, dar la noticia de lo sucedido en El Gard. Magnus llegaría en unas horas.
Caminaba hacia el instituto sumergido en sus propios pensamientos, cuando un tono de cabello pelirrojo no tan natural en las personas llamó su atención. A lo lejos, pudo ver a la chica que solía conocer.
Clary estaba sentada en una banca junto a una chica tal vez un año menor que ella a unos metros del Instituto.
Sus miradas se encontraron.
Jace tenía razón. Clary lo veía. Se suponía que no podría verlo, tenía el glamour puesto y Clary era mundana.
Abrió ligeramente la boca pensando en ello. ¿Sería posible que Clary comenzara a ser ella de nuevo? Eso alegraría a Jace, claro. También a Izzy, podrían ser parabatai como querían. Incluso Magnus estaría alegre de saber que biscuit había regresado. Y, por mucho que le costara admitirlo, Alec también la extrañaba.
Aceleró el paso antes de sentir el impulso de seguir pensando en aquello.
Y entre más se acercó al instituto, más parecía que Clary lo perdía de vista.
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Hola! Sé que el capítulo es un poco corto, pero prometo que el próximo será más largo❤
❗Créditos del dibujo a quien corresponda❗
Espero que lo disfrutaran💫
✨Nos leemos en el próximo capítulo✨