Lo que era.

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Dylan es la típica clase de chico que todas quieren conocer en el colegio, el chico guapo y popular que puede hacer que tu mundo comience y termine con él, lo cual me resultaba molesto, siempre haciendo ver a los demás lo guapo e inteligente que era, tenía muchas ganas de golpearlo.

Llegamos a la oficina del Director, abrí la puerta y Charlotte estaba ahí, me brindo una sonrisa, hasta que pasó sus ojos sobre la hermana de Dylan y su sonrisa desapareció.

–¿En que las puedo ayudar? -dirigió su mirada hacía mí.-

–Quería saber si Dylan había venido por aquí, ella es su hermana. -digo mientras miro a Vanessa.- Y quiere saber dónde está.

–No sé dónde el Sr Charlie se lo llevo, lo siento.

–Pero vinieron esta mañana a la oficina.

–Sí. -dijo mientras miraba a Vanessa.- Pero no los he visto salir, quizás aún estén adentro.

–¿Los puedes llamar por favor?. -le dije y trate de hacer que en fijará en mí, ya que parecía estar intimidando a Vanessa.-

Charlotte se levantó y fue hacía la oficina, mire a Vanessa y noté como miraba a Charlotte, como si ella le hubiera hecho algo malo, y por momento quise preguntar si se conocían, pero era mejor no hacerlo. Charlotte regreso, y atrás de ella salió Dylan, estaba con el ceño fruncido, y miro a Vanessa. Ni siquiera me tomo en cuenta.

–¿Qué haces aquí?

–Solo vine a ver a mi hermanito. -sonrío, y sabía que tenía que irme de ahí, así que empecé a caminar y nadie noto que me fui. Como siempre.-

Aún me faltaban 2 horas de clases para poder irme, esto cada vez se convertía más aburrido, no sé qué habrá pasado con Dylan y su hermana pero la verdad no me importa, agache mi cabeza hasta quedar recostada sobre mis brazos, cerré mis ojos y me estaba quedando dormía, hasta que sentí a alguien por detrás, me levanto rápido y me giró.

Era Dylan.

–Hola. -me sonrío, y se sentó a lado, esta vez no tenía ánimos de irme, así que me permití el lujo de quedarme donde estaba.-

–¿Qué quieres? -me giró hacia su dirección, y él se queda pensando.-

–¿Qué hacías con mi hermana?

–Llevándola hacía donde tú estabas.

–¿Tú me estabas buscando? -dijo, sorprendido. Hasta yo me encontraba sorprendida sobre eso.-

–Lo hice por ella, porque me lo pidió.

Sonrió, pero no del todo. Él nunca le había dado una sonrisa real a nadie, siempre daba la misma sonrisa a todos, pero aun así se me hacía tan difícil leerlo. Me giré y abrí un libro, no podía concentrarme leyendo, así que tuve que fingir que lo hacía.

–Gracias. -susurró, y apoyo so cabeza en mi hombro.- Es muy dulce que te preocuparás por mí, me hace muy feliz saber eso.

Me ruborice al momento en que dijo eso, sentí como levanta su cabeza y rogué que no haya sentido los latidos de mi corazón. Él se estaba volviendo a acercar, y me dio un beso en la mejilla ¡Este hombre! Cuando por fin tuve el valor de mirarlo, él ya no estaba. Se había ido, y no lo escuche marcharse.

Las 2 horas de clase pasaron rápido, terminaron y salí rápido del instituto. Fui a esperar a mi padre, mi hermana estaba con su grupo de amigas hasta que dirijo la mirada hacía al frente, y veo a Dylan acostado en unos de los bancos, se veía cansado  y eso que era el primer día, un señor de traje se le acerca y lo toca el hombro, el abre los ojos tan tranquilamente y se sienta, el Señor le hace unas señas a un carro, Dylan empezó a caminar hasta que gira su cabeza y me mira, desvíe la mirada rápido, y cuando vuelvo a mirar él ya no estaba, y el carro tampoco.

Papá llego y me subí, tenía preguntas sobre lo que paso ¿Por qué un Señor vestido así lo fue a recoger? ¿Por qué miró de esa forma a su hermana? Y la más importante ¿Por qué me dio las gracias y me besó?

–¿En qué tanto piensas? -preguntó papá sacándome de mis pensamientos, y cuando me doy cuenta llevaba casi todo el día pensando solo en Dylan.-

–En nada importante.

–Kate piensa en como pedirme disculpas por lo de esta mañana. -dijo mi hermana, me giró y la miro amenazante, esta niña era insoportable la mayor parte del tiempo.-

–¿Por qué debería?

–Porque me trataste mal.

–No lo hice.

–Bueno, siempre me tratas así, pero eso es malo.

–Quien sabe. -me vuelvo a sentar normal.- Quizás así demuestro mi cariño hacia ti.

–Si es así, no quiero ese tipo de cariño.

¡Bom! Sus palabras me llegaron, y era verdad después de todo. La había tratado mal todos estos años.

–Está bien, te dejaré de querer si eso quieres.

–Kate, no puedes dejar de querer a una persona solo porque lo dices, el amor no funciona de esa forma. -mi papá se estaciono y Alexandra salió rápido del carro, papá la siguió, ella siempre hacia eso, decirme cosas y después dejarme pensando sobre eso.-

Ella dijo que el amor no funciona de esa forma, pero ¿qué sabía ella sobre el amor?

LovelessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora