Dieciséis

Capítulo 1: Buscador de Quidditch

Hogwarts era una de las pocas escuelas de magia que se habían interesado en él, y la única escuela a la que aceptaría ir: porque ir a Durmstrang no estaba entre sus planes, mucho menos lo había estado dentro de los planes de sus padres.

Por eso ea que estaba ahí, en Hogwarts, siendo guiado por Hermione Granger y Ron Weasley, sus mejores amigos, hacia el Gran Comedor. Y Harry tenia la leve sospecha de que ellos sabían que si soltaban sus manos, el saldría corriendo a ocultarse bajo las sabanas de su cama, solo para no pasar vergüenza después de haber sido rechazado por la gran y hermosa capitana de Quidditch del equipo de Ravenclaw: Cho Chang.

Hizo el patético intento de volver a escapar de sus amigos al volver a recordar la manera tan dulce y tierna en que la chica le había dicho que tenia novio, y que ese novio él lo conocía perfectamente. Si debía ser sincero, él también se hubiera rechazado teniendo de pareja a Cedric Diggory.

—Chicos —intento hablar, recibiendo otro jalón en su brazo por parte de Ron —, ¿de verdad dejaran que su amigo, mejor amigo en realidad, pase una terrible vergüenza después de haber sido rechazado por la fantástica Cho Chang?

Hermione se detuvo de repente, haciéndolo chocar con su espalda. Ella no soltó en ningún momento su brazo, y le impidió a Ron hacerlo también, aunque se veía que el pelirrojo no estaba dispuesto a hacerlo.

—Harry, eso fue hace tres días —suspiró, volviendo a caminar, sin dejar que Harry dijera algo, aunque no tenia nada que decir realmente—. Hay muchas chicas que desean tener tu atención.

—Y chicos —agregó Ron, recibiendo un asentimiento por parte de Hermione.

—Me atrevo a decir, que he visto a muchas chicas en Slytherin interesadas en ti.

—Yo he visto algunas de Ravenclaw babear cada vez que pasas por su lado.

Harry bajo la mirada, viendo las manos de sus amigos tirar de sus muñecas. Si lo pensaba mejor, tal vez sus amigos tenían razón. Su padre también le había dicho algo parecido: "hay muchos peces en el mar, no te centres solo en uno, a no ser que tengas novia, claro".

—Pero nadie más ha llamado mi atención.

Ron y Hermione volvieron a detenerse, suspirando, luego lo soltaron mientras se giraban a mirarlo, ambos con el entrecejo fruncido.

—Pues ve y encuentra a alguien —dijo Ron, dispuesto a caminar hasta el Gran Comedor totalmente solo—, pero yo no puedo hablar contigo sin haber desayunado antes. Lo necesito, y comienzo a creer que lo merezco.

Hermione negó divertida, viendo a su novio caminar malhumorado hasta la entrada del Gran Comedor.

—Podrías interesarte en alguien más, en eso estoy de acuerdo con Ron. Pero, por favor, ve a alguien que demuestre estar interesado en ti.

—Pero yo no...

—Sé que no puedes elegir quien te gusta, lo sé muy bien. Pero, Harry... —suspiró, tomándolo por el brazo, y caminando con él hacia donde había ido Ron hace unos segundos—, necesito verte bien y feliz, al igual que Ron. Ambos queremos verte con una buena salud mental, y si te sacamos a la fuerza de la cama fue por eso. No porque una chica te rechazara significa que debes estar todo el tiempo lamentándote.

Harry asintió despacio, aferrándose un poco más al brazo de Hermione.

—Da igual con quien quieras estar —dijo después de unos segundos—, nosotros vamos a apoyarte siempre, no lo dudes nunca.

—Bien... —sonrió hacia Hermione antes de entrar en el Gran Comedor. Se dirigieron a la mesa de Gryffindor, en donde Ron guardaba dos asiento; uno a cada lado de él.