Capítulo 24: Un final juntos

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Séptimo año comenzó de una manera muy extraña para Draco.

No sentía la necesidad de ir, pero a la vez quería acompañar a Harry. Lo había dejado de lado durante mucho tiempo, y no había sido bueno para él. Estar lejos de Harry era aún más difícil ahora.

Esperaba pacientemente en el vagón del tren, quizás tenía algo de pánico por lo que pudiera llegar a pasar.

Sabía que Remus estaba por alguno de los vagones. Él mismo lo había visto, pero le dijo que necesitaba estar con Harry a solas durante al menos unos diez minutos, o las dos primeras horas del viaje, realmente daba igual.

Estaba muy seguro de que eso se había malinterpretado en su mente.

Harry no tardo en aparecer, abriendo con algo de temor la puerta, sin hacer notar su temblor. Su desordenado cabello fue lo primero en asomarse, luego fue su rostro y por último fue todo su cuerpo. Estaba nervioso, y Draco se culpo por eso.

—No estoy enojado, por si eso es lo que te preocupa —sonrió, intentando tranquilizar el ambiente. Harry dejo escapar el aire que había estado reteniendo, poniendo un pie adentro para cerrar y poder olvidar el bullicio que había fuera en los pasillos.

El de anteojos tomó asiento a su lado, manteniendo una distancia que obviamente no quería mantener.

Draco se inclino hacia él, posando su mano por sobre la de su novio, dejando un beso rápido en su mejilla.

Si Harry se llego a sorprender, no lo hizo notar. Pero si que sonrió ampliamente, acercándose para tomar su mejilla y esta vez besarle en los labios.

—Te extrañe —suspiró, separándose para mirar sus ojos. Sus hermosos ojos grises que parecían querer brillar aún más que antes. Draco mordió su labio inferior, volviendo a besarlo, una y otra vez.

—También te extrañe, muchísimo —murmuró contra sus labios.

Sonreían cuando se separaron, al menos un poco, porque Draco no tenía planes de dejarlo ir durante un buen rato, y Harry no tenía un plan muy distinto a ese.

—Estuve a segundos de ir yo mismo a tu casa y subir por tu ventana. ¡Así como los chicos de tu libro!

—Son Romeo y Julieta —suspiró divertido, acariciando la mejilla de su novio. Harry sentía su mano algo áspera, pero le gustaba, el tacto de Draco siempre le había gustado—. Y nunca te hubiera permitido subir por ahí. Piénsalo, si no te dejo por la puerta mucho menos lo haría por la ventana.

Harry se acerco hacia él, pasando sus brazos por debajo de los suyos, dejando su cabeza caer en su pecho. Draco lo rodeó en un abrazo, recostandose despacio en el asiento de aquel vagón.

—Te quiero, mucho.

Draco sonrió, pasando sus dedos por sus hebras negras, dejando un casto beso sobre su coronilla.

—También te quiero, mucho más de lo que tu me quieres a mi —murmuró, dejando su mejilla caer en su cabeza—. Y no acepto ningún tipo de queja sobre esto.

Harry rió en su hombro. Draco también lo hizo, pensando en que la risa de Harry era más linda y divertida que cualquier cosa que dijera.

°°°

Si alguien le hubiera dicho a Harry le hubieran dicho que seria novio del insoportable niño de Slytherin al que había golpeado con su escoba, probablemente se reiría y diría que solo había sido una pesadilla.

Y quizás hubiera golpeado a ese alguien si le hubiera dicho que estaría profundamente enamorado de ese mismo chico rubio de tez pálida con una sonrisa burlona y presumida.

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