La Última Alma

Capítulo 070

Lalisa se miraba al espejo. Tenía una camisa cuello de tortuga blanca, una falda negra larga y unas botas del mismo color, con una pequeña carrera en su cintura. Acomodo se cabello y maquillaje, para luego ver el colgante que el relleno le había comprado a Rosé

- Juro que las vengare, chicas - se colocó el collar y lo oculto bajo si camisa - Esto no quedará impune - luego miro su cabello - Joder ya volvió a crecer - tocaba los mechones, puesto ya le llegaba a los hombros - Creo que Jennie me pone extensiones mientras duerme el cuerpo - sonrió negando

Cuando bajo las escaleras vio una Jennie triste abrazando a Elizabeth. Estaba vestida de blanco y negro igual que ella. Al parecer se había tomado muy enserio eso de Cruella

- ¿Qué sucede? - la pelinegra se acercó a ellas - ¿Dónde Seulgi y el Ángel?

- Se fueron - Jennie se aferraba a la Vampira - Golpearon a Lisa y está en el hospital. Necesitaban a Christian - la rubia le acariciaba la cara - Ellos se fueron de emergencia, además, de que alguien está siguiendo a Lauren y Camila

- Trágico - miro su reloj - Si no nos vamos ahora llegaremos tarde

Jennie se giró y la vio con cara de horror. - Eres una insensible - dejo a la rubia y enfrentó a la pelinegra - Lisa está mal y tú solo piensas en ir de fiesta

- Lisa estará bien, deja el drama - la tomo del brazo - El ángel la salvará

- No - le pegó en la mano y la alejó - Tengo que ir por Lisa... Yo... Yo - no encontraba palabras - La necesito - dijo bajando el rostro - No quiero que la vuelvan a herir

- Si tanto la amas - la otra se sonrojo - Harás lo que yo diga y evitaremos desastres

- Yo... Yo no la amo - miro a Elizabeth - Amar es de perdedores

- Te apoyo con eso, pero deberías si quieres "salvar" a Lisa y que no la vuelvan a herir, tendremos que actuar de otra manera, para evitar más accidentes

- ¿De qué manera? ¡Ah! - la castaña comenzó a pegarle en el pecho - ¡Todo esto es mi culpa! - seguía pegándole y llorando - ¡Ella es mi oxígeno! - Lalisa miro a Elizabeth - Ella es mi vida - su voz se apagó - La necesito así tenga un hijo con otra mujer, así no tenga hijos nunca, yo la quiero conmigo

- Jennie, confía en mí - la separó de sus brazos - Eres fuerte, más fuerte de lo que crees y valiente. Debes tomar el toro por los cuernos y dejar de escapar, confía en nosotros y ganarás está guerra. La ganaremos sin más perdidas

- Siento que esto no está bien - se alejó limpiando sus lágrimas

- Lo estará cuando ella se dé cuenta que lo que estás haciendo ahora por ustedes. Ahora ve y te arreglas ese maquillaje, porque un desfile nos espera

- ¿Un desfile? - la pelinegra asintió - Está bien - se fue como perrito regañado

- ¿Puedo ir? - Elizabeth arreglaba su traje negro Chanel - Daría una gran controversia si vamos las tres

- Lo sé, pero necesitas pareja, se supone que tú y Jennie nunca se casaron - en eso apareció otra castaña con un despampanante vestido blanco - Vaya, vaya. Ya tienes compañera

- ¿Verónica? - la mujer sonrió

- La misma que viste y calza - sonrió guiñando el ojo

- ¿Y el infierno? - pregunto Jennie entrando

- Ya no tengo que cuidarlo, lo que temíamos ya pasó, así que ahora puedo estar en la tierra - se aferró a Elizabeth - Vaya, que guapa estás, Jen