O5

2.9K 423 221
                                    

Jisung abría sus ojos con lentitud, la luz del sol apuntaba a sus ojos, los cerró por reflejo y se metió debajo de la cobija para evadirla, no obstante, el ruido de las persianas cerrándose lo atrapó desprevenido.

Abrió los ojos de golpe y quitó la tela que lo cubría, topándose con el chico de pelo naranja frente a sus ojos, sentado a un lado de su cama.

Se sentó de golpe mirándolo con una expresión mezclada de confusión y miedo.

—¿Quieres que las vuelva abrir?, creí que te molestaba la luz.— se refirió a las persianas, lo que según dedujo con su rostro.

—No, sólo que...— se talló los ojos con los puños cerrados y lo vio bien —¿Cuándo entraste a mi habitación?— no quería sonar grosero, pero tampoco le agradaba que ese chico entrara sin su permiso, bueno, en realidad no le molestaría tanto si no pareciera un zombie que tomó la noche anterior, y está pasando la cruda de su vida.

Minho tampoco era tan tonto como para decir la verdad, pero le costaba no sentirse incomodo, como si Jisung lo regañara por estar ahí, cuando él lo metió a la habitación, bueno, técnicamente metió a Minho, no a "Yongbok".

—Me preocupé por lo de anoche, sabía que estarías enfermo, así que vine a ver como estabas, pero no despertaste, además un tal Hyunjin te llamó, varias veces.— en lo último no mentía, lo llamó en algunas ocasiones pero este parecía estar en el paraíso de los sueños, así que se quedó a su lado para vigilarlo y midió una que otra vez su temperatura con su mano.

—¿Hyunjin?— se extrañó, pero cayó en cuenta en la realidad, de nuevo se quedó dormido —Dios, no de nuevo.— miraba la hora, ya eran las 9am.

—Le contesté, le dije que estabas enfermo, y me dijo que arreglaría las cosas con los profesores, para que pudieras faltar hoy.— le sonrió, perdió 4 llamadas de aquel chico, porque no sabía cómo se atendía la llamada, le picó a toda la pantalla, hasta que pudo descifrarlo —Y cuando le dije que era Yongbok, me preguntó que si estaba soltero.—

Okey, primero se metía en su habitación, y luego contestaba sus llamadas, se molestaría, pero sus intenciones eran más que claras, trataba de ayudarlo, su semblante se aligeró, y una sonrisa no tardó en hacerse presente.

Pero, ¡¿Qué Hyunjin qué?!

—Ese estúpido.— murmuró a regañadientes —No le hagas caso, Hyunjin es un tonto.— negó con la cabeza.

—No te molestes, recuéstate de nuevo y descansa, has trabajado mucho, mereces un descanso.— acarició su cabello tranquilamente, cómo lo había hecho la noche anterior.

Pero a comparación de la reacción anterior, había conseguido que las mejillas rojizas de Jisung volvieran a aparecer, quería volver a apachurrarlas, pero después de la primera vez que lo hizo, supo que eso era un poco invasivo, así que solo se contuvo y le siguió sonriendo.

No creía en ninguna religión, pero juraría que cualquier Dios que existiese, le había mandando un ángel, ese chico era demasiado irreal, no bastaba con lucir como modelo, era la persona más atenta que había conocido.

No dijo nada, sabía que su voz le jugaría en su contra si hablaba, estaba completamente embelesado de los encantos de "Yongbok", y los nervios lo recorrían de pies a cabeza, se volvió a recostar con tranquilidad, Minho lo volvió a cubrir con la cobija, se sentía atacado sentimentalmente.

El contrario se levantó y caminó hacia la puerta, pero fue detenido por la mano de Jisung quien tomó el borde de su suéter.

—¿Tienes algo que hacer ahora?— su voz sonó un tanto tímida a comparación de como solía hablar.

❛ Meow! ❜ ─MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora