Jeongin estuvo callado todo el trayecto a casa, Hyunjin no lo forzó a entablar una conversación, sabiendo que no era el momento, así que solo fue su compañía.
Unas cuadras antes de donde vivían, Hyunjin se detuvo precipitadamente en una tienda de autoservicio, Jeongin iba tan inmerso en sí, que le fue sorpresa el repentino paradero.
—Vamos.— indicó tomando su mano para introducirlo al local.
No dijo nada, simplemente lo siguió por detrás, mientras su mano era tomada por él. Hyunjin lo había llevado al pasillo de bocadillos y dulces, este tomaba algunas cosas entre sus manos con una gran sonrisa.
—Estos dulces te gustan ¿cierto?— tomó la bolsa de estos mostrándosela, no necesitaba su respuesta porque sabía que era la correcta —Mmm, ¿quieres jugo o prefieres una gaseosa?, ¿cuál es tu película favorita?— iba de un lado a otro mostrándole cosas y cargándolas consigo, realmente quería animar a Jeongin.
Yang estaba un tanto abrumado al no poder responder ya que apenas abría la boca este desaparecía en otro pasillo, le parecía un tanto divertido.
—No se me ocurre nada por el momento.— dijo con un tono decaído.
—Mmm bueno, cuando lleguemos a mi habitación buscas en el catálogo de Netflix la que más te guste, y se te ocurre una que no esté ahí la puedo comprar.— sonrió acercándose hasta él con un montón de chucherías en sus brazos, tantas que unas peligraban de caer al suelo —Escoge algo de beber, te espero en la caja.—
Y nuevamente dejó a Jeongin sin responder.
Así fue como todo hizo clic en su cabeza, Hyunjin planeaba una tarde de películas, si bien la idea no le desagradaba, estaba un tanto nervioso, en el tiempo que llevaban de amistad, era la primera vez que iría a su casa.
Tomó un jugo de la vitrina y un tanto tímido lo llevó a la caja donde Hyunjin lo esperaba con una sonrisa.
—Gracias.— musitó un tanto apenado.
—No tienes que agradecer.— comentó risueño terminando de pagar y cargando la bolsa con su mano sana —Una buena tarde para ver películas, vagar y comer nos hace felices a todos.— caminaba alegremente, si bien la idea era que Jeongin se sintiera mejor, estaba emocionado por el plan.
Por primera vez una sonrisa escapó de los labios del menor, haciendo sentir satisfecho al más alto.
—Waa, qué envidia, quisiera tener una sonrisa tan hermosa como la tuya.— alagó al más bajo.
Esa sonrisa ya no podía desaparecer con tanta facilidad después de lo que escuchó, ahora esta venía acompañada de un sutil color carmín coloreado sus mejillas.
—Dios Hyung, ¿qué dices?, tu sonrisa es preciosa.— no era una mentira, siempre lo había pensado, así que aprovecharía la situación para decirlo libremente.
Hyunjin sabía que era una respuesta de cortesía, ya sabes, yo te digo algo lindo y tú me dices otra cosa linda, así funcionan las cosas, ¿pero por qué su corazón palpitaba tan frenéticamente?
Había recibido centenas de cumplidos que agradecía amablemente, no obstante, era la primera vez que sentía su órgano vital sacudirse de aquella manera.
—Si Innie lo dice, entonces lo creeré.— respondió tranquilamente, aunque tranquilo no era la definición de cómo se sentía.
Jeongin sonrió por lo dicho dando por concluida la conversación, dándose un tiempo a ambos para descansar de las sensaciones que se causaban el uno al otro.
Llegaron a casa de los Hwang, la cual Jeongin conocía sólo por la fachada, viéndola cada que salía y regresaba a casa, Hyunjin introdujo la llave al cerrojo abriendo la puerta en consecuencia, dejando ver a una pequeña bola de pelos corriendo hacia ellos, que ya conocía muy bien, debido a las incontables veces que Hyunjin lo mencionaba, y las miles de fotos del can en su Instagram.
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❛ Meow! ❜ ─MinSung
Fanfiction"¿Me amarás incluso sabiendo que no soy humano?" Jisung, un chico universitario con el corazón herido, en busca de un roommate. Minho, el gato que su vecina le pidió cuidar mientras no estaba en casa, con extraños poderes, que le permitían converti...