Hybrids • {Trillizos Styles x Louis} • {Español}

Setenta y uno

"Louis, Louis, Louis", corrió Harry en el dormitorio, rebotando tanto que Connor casi se le escapa de los brazos.

"¡Dale aquí!" Exigió Louis, tomando al bebé muy confundido de él. "¡Papi malo! ¡Casi se le cae!" Reprendió, frotando la espalda de Connor. El pequeño bebé se limitó a mirar a Louis, babeando su camisa mientras ronroneaba.

Louis levantó la nariz. "Ahora, ¿qué quiere papi?"

Harry empezó a rebotar de nuevo. "Tienes que venir conmigo y con Michael, es súper secreto, ni siquiera puedo decirte lo que vamos a hacer porque si Edward se enterara, se mearía en los pantalones ¡Estoy tan emocionado!". Chilló, aplaudiendo.

Louis le dio un golpe en la mano, sacudiendo la cabeza. "¡Nada de palabrotas! ¿Quién va a vigilar a los gatitos?"

"Calum va a vigilar a Pinkie, por supuesto, y Edward va a vigilar a Alex, y Marcel dijo que podía encargarse de los gemelos. Creen que los voy a llevar de compras", rio Harry, sacudiendo la cabeza. "Hoooo, chico, se equivocan".

Louis lo miró fijamente, con las orejas gachas. "¿Adónde vamos?" Sintió un poco de miedo. Últimamente había visto las noticias. La gente que había adoptado híbridos los devolvía porque eran demasiado difíciles de manejar. ¿Se estaba volviendo molesto?

"¡No puedo decírtelo hasta que salgamos, tonto!" Harry sonrió, con las mejillas fruncidas. "Sin embargo, Michael lo sabe. No te preocupes, no es malo, y no tienes que hacer nada que no quieras".

Louis hundió los hombros y asintió, un poco aliviado. "¿Ya te vas?"

"Sí, déjame llevar a Connie de vuelta para que puedas cambiarte", sonrió Harry, y Louis siseó inmediatamente. "¡No hasta que papi se siente!"

Harry hizo un mohín, pero se sentó en la cama, aceptando a Connor cuando Louis se lo entregó.

"Nada de rebotes".

"Okaaaayyy". Murmuró, con los ojos clavados en Louis mientras el híbrido se desvestía, poniéndose un par de leggings y una falda y un jersey holgado.

Louis se dio la vuelta, moviendo la cola. "Todo listo". Sonrió, llevando a Connor de vuelta.

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"¿Le has dicho ya a Louis lo que vamos a hacer, Harry?" Preguntó Michael, alzando las cejas cuando Harry negó con la cabeza.

"¿Quieres decírselo?" Harry sonrió, aparcando el coche frente al centro comercial.

Michael sacó a Louis del coche, sonriendo. "¡Me voy a arreglar el pelo! También quería hacerme unos piercings". Dijo, moviendo la cola.

Louis se tiró de un mechón de pelo. "¿Pelo... hecho?"

"Quiero teñir el mío de rojo". Mikey se encogió de hombros. "Y Harry pensó que tal vez a ti también te gustaría teñirte el tuyo. Oye, ¡podrías ponértelo rosa! Como la fresa".

Louis jadeó con fuerza. "¡Papi! ¿Louis tiene el pelo de color fresa?"

Harry sonrió. "¡Si lo quieres, cariño!"

"¡Sí! ¡Sí, sí, sí!" Tiró de la manga de Harry. "¿Louis también tiene las orejas bonitas?"

Harry hizo una pausa. No había pensado en eso. "No sé si pueden perforar tus orejas de gatito, cariño. Tendremos que preguntar".

Louis se encogió de hombros, siguiendo a Harry y a Michael a la peluquería.

Harry tuvo que explicarle todo el proceso de teñido, y le hizo prometer que no atacaría a la peluquera.

La verdad es que fue bastante bien, se tiñó el pelo de un color rosa palo, incluso las orejas. Michael se lo tiñó de un bonito color rojo fuego.

Más tarde, visitaron la joyería, donde Michael se hizo un piercing en la ceja y Louis en las dos orejas.