-𝟐𝟎

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Javier

Nos quedamos abrazados unos 5 minutos

Totalmente callados y ella acariciándome sin parar

Me acabo separando poco a poco

-¿Mejor?. Pregunta secando mis lagrimas

-Si. Suspiro profundamente y seguimos caminando en silencio

Cuando hemos avanzado unos pocos metros balbuceo nervioso

-Esto...

-¿Esto que, que pasa? Si yo lo único que recuerdo es que acabamos de salir de mi casa. Habla sonriendo para hacerme sentir que todo está bien y no le da más importancia al tema

-Exacto, yo no he llorado. Sonrío tranquilo

-¿Tu, llorar?. Suelta una carcajada -Pero si eres el chico que ni siente ni padece, tú no lloras, tú eres de hielo. Bromeo obviamente para relajar la situación

-Claro, estos ojos rojos son porque me acabo de fumar un porro. Le sigo la coña

-Tira para alante anda. Me empuja el hombro suavemente

-Gracias. Hablo sincero cuando volvemos a caminar

-No me agradezcas nada. Me mira tierna y acaricia mi mejilla

-¿Donde vamos?. Sonrío

-Mira te voy a llevar a donde suelo ir yo a veces cuando estoy estresada y necesito relajarme. Habla feliz

-Por favor. Pido divertido

Andamos unos 10 minutos hablando de tonterías y veo como me mete por unas calles bastante estrechas

-Uy creo que me va a raptar. Bromeo sacando mi móvil y fingiendo llamar a mi madre -Mama, no sé dónde estoy hay una loca aquí que me está llevando a un sitio muy raro. Hablo a la pantalla

-Calla ya, idiota. Golpea mi pecho despacio

Avanzamos un poco más y acabamos llegando a un enorme campo lleno de césped

-Joder. Digo impresionado, es un sitio realmente hermoso

-Aqui vengo y siéntete afortunado porque casi nunca hay nadie y yo siempre he venido sola eres la primera persona que traigo aquí. Me señala divertida

Nos sentamos en el suelo y miro al cielo

-Pues lo que te decía, no sé ni cómo descubrí este sitio tampoco vengo cada día pero si cuando necesito tomar aire fresco y estar tranquila un rato. Explica

-Ya me podrías haber traído antes y lloraba aquí que no hay nadie en vez de hacer el ridículo en mitad de la calle. Rio amargamente

-No has hecho ningún ridículo, tenlo claro. Me calma

-Odio ser tan vulnerable. Aseguro

-No eres vulnerable, grábatelo en la mente, está bien no ser fuerte todo el rato. Acaricia mi mano despacio

-Para mi no, no les puedo dar el gusto a los que ya me jodieron hace muchos años de verme igual de roto que estaba cuando era pequeño. Resoplo agobiado mirando al cielo

ICEMAN; Javier BonetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora