Andamos charlando tranquilamente y poco después llegamos a su casa
Al hacerlo, me doy cuenta de que no hay nadie más aquí
-No rubia, no busques a nadie que estamos solos. Ríe al ver que miro por la cocina -Mis padres curran hasta tarde y mi hermana ha quedado con sus amigas
-Ahora entiendo porque me has traído. Río también
-Pues no lo lista. Chasquea su lengua -No te he traído para nada de lo que estás pensando
-¿Ah no?. Lo miro -¿Y que quieres hacer entonces?. Alzo mi ceja izquierda
-Echar la siesta
-Ya, seguro. Asiento con la cabeza mirando hacia otro lado
-Que es verdad jo. Hace un puchero -He pasado una noche de mierda, habré dormido 4 horas como mucho
-¿Y eso?. Lo miro extrañada
-Yo que sé, rayadas mías. Baja la cabeza tocando su nuca
-Joder, pues haberme llamado o algo. Suspiro
-Si claro, a las 5 de la mañana. Suelta una carcajada
-¿Pero ha pasado algo?. Toco su brazo
-No rubia, tranqui, solo que a veces me como la cabeza más de la cuenta pero ya está. Me calma sonriendo ligeramente
-¿No te has dormido hasta las 5 y pico?. Pregunto y él niega con la cabeza -¿Y a qué hora te has levantado?
-Pues a las 9:15 o por ahí. Suspira
-Joder. Hago una mueca con la cara
-No te rayes boba, me pasa a menudo. Ríe despreocupado -Fumé un poco, me calmé y conseguí dormir. Explica
-Javi... Giro la cabeza al oír eso
-Te juro que a penas fumo ya, es más, desde que me pasó lo que me pasó, habré fumado tres o cuatro veces con mucho. Asegura para relajarme -Pero no puedo dejarlo al 100%
-Esta bien. Digo ahora más tranquila -Vamos a echarnos un rato anda. Agarro su mano y andamos hasta su cuarto
-Ah, mira lo que me hice el otro día enana. Me llama sonriendo y veo cómo se quita la camiseta para segundos después señalarme su brazo izquierdo
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-Que pasada tío. Digo impresionada al ver un gran tatuaje de una serpiente en este y lo acaricio -¿Cuando te lo hiciste?. Pregunto
-El lunes creo. Hace una mueca con la cara no muy seguro de su respuesta
-¿Te lo tienes que curar?. Pregunto ilusionada y él asiente con la cabeza riendo -¿Puedo?. Pido haciendo un puchero y juntando mis manos a modo de rezo
