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- ¿Que es esto? - me pregunta confundida.
- Comida - digo obvia - ¿Pensabas que era otra cosa? - digo mientras me siento en la meseta.
- No - dice mientras juega con sus labios y se ríe a la ves - Eres muuy interesante - me dice y se posiciona entre mis piernas.
- ¿Como cuanto? - le pregunto mientras rozó nuestros labios.
- Mucho, demasiado para mi gusto - responde.
- ¿Porque es demasiado? - le pregunto pero no me contesta - ¿Porque? - vuelvo y le pregunto.
- Porque temo de que me enamoré tanto de ti, y quiera tener el control de ti, de tu alma, de tus gestos, de tu sonrisa, de tus deseos, de tu placer y de tu amor - me dice.
- No veo el porque debas temer - le digo y acerco mi rostro al suyo - no me estás viendo, soy muy poca cosa para hacerte daño.
- No temo de ti, si no de mi - dice y comienza a besarme salvajemente, y me acuesta en la mesa mientras mete sus manos por debajo de mi camisa.
- Espera, espera - la empujó despacio - no vas a probar mi comida - digo asiendo puchero.
- Claro que si, pero antes el postre - dice y vuelve a besarme.
- Mommy... - susurró tratando de seguirle el beso - detén... - trato de decir pero aún así mi boca no pone resistencia ante sus besos. Mientras nos besamos su mano tibia baja a mis muslos asta llegar a mi coño/vagina, acaricia un poco sobre mis bragas humedeciendome, hace a un lado mi braga y empieza a jugar con mi intimidad.
- Mi pequeña, no puedo esperar más - me susurra al oído y sostiene mi mano al momento de jalarme.
- ¿A donde me llevas? - pregunto recostada en su hombro, con la voz entre cortada y completamente sonrojada.
- A la habitación a la que no podías entrar - me dice y entra a un pequeño laberinto, ¿De donde salió? Pues no sé - Nena.. quiero que sepas que todo lo que veas aquí, no es algo que te lastimara - me dice y entra a una habitación y me quedo.... Como idiota mirando todos esos artefactos que no conozco ni la palabra, pero muchos se parecen a el reproductor masculino, y son muchos en cantidad. Hay una mesa como tipo asiento pero es de madera, hay unos látigos, hay, hay tantas cosas que no conozco - estas temblando, amor - me dice mientras frota mis brazos.
- Lo siento Mommy, no.. no me había dado cuenta - digo abrazándome a mi misma, no niego que aquellas cosas me dan curiosidad, pero a la ves me da miedo. Siento como Mommy se coloca detrás de mí, y su respiración choca con mi cuello, haciéndome temblar más constante.
- Solo tienes que relajarte - me susurra y deja húmedos besos por mi cuello - yo no te haré daño, sólo provocare dolor en tu cuerpo, pero no debes preocuparte, ya que del dolor viene el placer - me dice y empieza a desnudarme..
