Capitulo 26.

668 85 11
                                    

Paso aproximadamente un mes del día del incidente con los gemelos y Patán, además del casi beso con Hipo, la conversación con Astrid y el día en que Hipo y yo nos tomamos un descanso de los deberes de la aldea a petición de nuestra amiga.

Desde ese día con el pasar del resto retomamos nuestro trabajo usual, debía admitir que Hipo y yo compartíamos ciertos gestos entre ambos, esto notado por Astrid y de hecho nos lo hizo ver a ambos, y a pesar de eso no nos detuvimos, además de los trabajos de la aldea y los dragones donde en ocasiones del día coincidíamos y pasábamos tiempo, compartimos tiempo haciendo nuevos proyectos.

Uno de los proyectos planteados era como evitar las quemaduras por los dragones principalmente para cuando los entrenáramos o cuando nos enfrentáramos a los cazadores de dragones, y también para evitar mas quemaduras de trasero para Patán. Como el proyecto era un pasatiempo la planeación fue lenta y aun no se realizaba lo que Hipo llamaba prototipo, el esperaba poder hacerlo los próximos días, primero de un tamaño pequeño y tras ello, si tenia éxito, llevarlo a algo mas grande que luego seria multiplicado para cada jinete; la idea de Hipo era usar, así como Drago Mano Dura, escamas de dragón, pero a diferencia del cazador que usaba escamas por la piel de dragón, usaríamos las escamas que a los dragones se les caían conforme crecían, lo cual desde hacia mas de un mes parecía ser tendencia, a partir de ahí se desarrollo la idea de darle un uso a las escamas.

Afortunadamente en el mes que paso solo hubo dos ataques a los cazadores de dragones, quienes habían disminuido la frecuencia y la cantidad de barcos que se reunían para cazar, así como habían hecho antes de cambio de estrategia con el tamaño de los barcos cazadores, volvían a hacer lo mismo a través de cada cuando cazarían, esta estrategia nos había permitido recuperar a los dragones con facilidad y sin tantas consecuencias además de otra parte corporal de Patán quemada, sin duda Patán era la inspiración del nuevo proyecto pero el no debe saber eso.

Estaba entrenando a unos dragones que recientemente habían llegado a la isla por nuestro rescate, cuando Hipo junto con Chimuelo se me acercaron adentrándose a la academia.

-Hola- salude sonriente mientras acariciaba a un dragón, un gronckle.

-Hola- saludo igual, luego pude notar que se puso un poco nervioso mientras avanzaba acercándose a mi hasta que quedo a mi lado- oye se que hemos estado algo ocupados últimamente, pero creo que es momento de hacer ese vuelo en el atardecer que planeamos hace un mes.

-Oh- dije de la sorpresa deteniendo mis caricias al gronckle- me parece bien.

-¿Enserio?- comento con un tono de sorpresa y ante esto se sonrojo.

-Si, enserio- dije riendo un poco retomando las caricias y también sonrojándome un poco intentando distraerme de ponerme aun mas roja, lo cual fue mas difícil cuando el se acerco al gronckle y lo empezó a acariciar como yo- y creo que si tenemos tiempo deberíamos seguir trabajando con el proyecto, hasta donde se vamos atrasados, y aunque no han sido incidentes de gravedad, no creo que Patán tolere mas quemaduras en su trasero.

Ambos reímos ante eso.

-Si, en eso sin duda tienes razón- dijo riendo y luego coloco su mano sobre la mía- bueno, considerando que ya tenemos planes, te dejare seguir con este muchacho...

Se escucho un gruñido.

-Lo siento, con esta nena- se corrigió usando el apodo con el que también se refería a Albóndiga al igual que Patapez- bueno te dejo con ella y te veré mas tarde.

Asentí varias veces y tras el apretar mi mano salió de la academia y Chimuelo lo siguió después de que este ultimo se me acercara, me pidiera un poco de cariño el cual le concedí y luego el mismo le dedico a la Gronckle.

The Last Byenerian; H. HaddockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora