𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 𝐊𝐍𝐎𝐖𝐒 || norman

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UNLUCKY GUYS

  Al oír el estrepitoso y fuerte sonido provenir de la pequeña televisión posterior al silencio que hubo durante la cinta para generar suspenso, Harper dejó caer al suelo el puñado de palomitas que tenía en sus manos al haberse asustado con aquel estruendo, sin siquiera estar observando una película de terror. No obstante, no se encontraba muy al pendiente en esa parte en específico, pues era el momento exacto en el que la cruzada iría a llevarse a cabo, y en realidad las escenas de la guerra no eran sus favoritas. El muchacho que se encontraba a su lado dejó salir una fuerte carcajada de sus labios al notar el sobresalto de su compañera, sin poder evitar encogerse un poco en su lugar al estar riendo exageradamente solo para molestarla un poco.

  Ray recibió un golpe en el hombro de parte de Harper ante sus acciones, y la fémina se encorvó un poco para poder recoger la reducida porción de alimento que había caído al suelo. Dejó aquellas palomitas juntas en la mesa de centro, y tuvo que sacar un nuevo puñado del bote que se encontraba entre ambos para llevarlo a su boca y dejar que la sensación del tan desaliñado y blando alimento casi se deshiciera por sí solo en su boca, disfrutando de su salado sabor: si había algo en lo que Ray y Harper solían estar de acuerdo, era que la palomitas saladas eran muchísimo mejor que las dulces.

  Apenas hubo dejado su sobresalto de lado, volvió a prestar completa atención a la película que los había atrapado tanto a ella y a su amigo, compartiendo la opinión de que, para ser una de esas películas antiguas donde se presentaban las situaciones de las famosas cruzadas, los ataques y las muertes de los guerreros se veían tan reales que ambos llegaban a dudar si solo era utilería o realmente se hacían daño de verdad. Después de todo, los efectos especiales de la actualidad tampoco resultaban ser los mejores en estos escenarios si no les sacaban el provecho que merecían.

  Un teléfono comenzó a vibrar, y casi simultáneo a ello, una bocina se escuchó fuera del hogar de la azabache con dos toques, nada demasiado extenso como para alarmar al vecindario, pero sí lo suficiente como para avisar una llegada. Harper giró levemente su cabeza hacia atrás, y observó por la ventana el cielo medianamente oscuro y el carro de la familia de su amigo en las afueras de su vivienda.

  —Ray, ya llegaron por ti.

  —Sí, ya me di cuenta —respondió él, cortando la llamada que le estaba haciendo su madre, y en su lugar decidió dejar un corto mensaje como respuesta que decía "ya salgo." No obstante, antes de que pudiera siquiera reaccionar a decir cualquier otra cosa, y Harper tomaba el control remoto para colocar pausa a la secuela de la primera película que habían visto, el azabache se giró hacia su compañera con los labios fruncidos—. No hicimos el trabajo.

  Harper separó sus labios para poder acotar algo; sin embargo, nada salió de su boca, y todo fue silencio por unos segundos. La peliazul cerró sus ojos y dejó ir un pesado suspiro, dándose cuenta de que ambos se habían enganchado tanto con la película, que olvidaron por completo el ensayo que tenían que hacer sobre ella y no lo pensaron dos veces antes de ver la secuela de la misma. En la materia de Nacionalidad y ciudadanía -rama que ambos compartían-, se les había dado el deber de realizar un ensayo / informe sobre las cruzadas y sus contextos históricos en base a una película que les había dejado el maestro, y ambos decidieron hacer esa tarea juntos.