Black Cat - | YOONMIN |

º VEINTISEIS º

Po's omnisciente.

Taehyung observó triunfante como su mascarilla facial quedaba perfectamente lisa y homogénea en su rostro y camino de regreso a su habitación donde debía esperar veinte minutos antes de retirarla.

Aprovechó para cepillarse el cabello aún húmedo y secarse adecuadamente, se puso un poco de crema humectante en los brazos donde más sufría de reséquedad, y buscó su bálsamo para labios el cual usaría luego de retirar la mascarilla.

Sus movimientos fueron interrumpidos cuando su celular sonó escandalosamente al ritmo de CL y su eternamente recomendada Hello Bitches.

— Más vale que sea bueno – contestó a regañadientes poniendo el altavoz mientras sus manos estaban ocupadas abriendo una botella de agua mineral.

—Necesito ayuda – respondió Jimin quien hablaba muy bajito.

—¿Necesitas dinero? –.

—No –.

—¿Tuviste un accidente? –.

—No –.

—¿Te secuestraron? –.

—No, Tae –.

—¿Se te atoró la copa menstrual? –.

—¿¡QUÉ¡? – Jimin hizo alguna especie de zumbido y volvió a bajar la voz —¡No soy mujer! –.

—Si, perdón es solo que me acostumbre a que mi hermana llamara para joderme con eso cada mes – se disculpó el menor — Bueno, entonces ¿qué quieres? –.

Hubo silencio en la otra línea ante de escuchar el chirrido de una puerta.

—Tae, Yoonie ha enloquecido – habló Jimin manteniendo su voz baja.

Taehyung rodó los ojos.

—Ya tira ese gato a la basura –.

—¿Como puedes decir algo tan cruel? – Jimin volvió a quedarse en silencio antes de continuar — por favor, ven a mi departamento –.

—¿Por qué? ¿Qué está haciendo? ¿Le dió rabia? –.

—Nada de eso... O bueno, no lo sé pero intentó violarme –.

¿Qué?

Taehyung lanzó una mirada al rededor de su habitación como si esperara una cámara escondida.

—¿Estamos hablando del gato o del chico que se disfraza de gato? – cuestionó.

—¡El gato y el chico son lo mismo! – se quejó el mayor — tuve que esconderme en el closet pero el está ahí afuera esperando para atacar –.

—No entiendo una mierda –.

—¡Solo ven rápido! –.

Taehyung colgó la llamada y se arrancó la mascarilla de un tirón. Esos dos le iban a provocar canas verdes un día de estos. Colocándose sus pantalones y una camisa Gucci de diseño simple salió de su casa rumbo al departamento de Jimin deteniéndose a comprar gas pimienta por si acaso.

Llegó quince minutos después y se encontró con dos de los vecinos de Jimin pegados a la puerta en el corredor. El moreno alto que se veía fatal y a un flaco alto de generosa espalda.

—¿Qué hacen? – preguntó al acercarse.

Los otros dos se giraron a verlo con expresiones de susto.

—Creo que están matando a alguien ahí dentro – dijo el de labios carnosos poniendo un puchero.

Taehyung imaginó que todos en ese edificio estaban medio dementes por lo que los hizo a un lado y abrió la puerta con la llave que Jimin le había dado hace como medio año.

Al entrar descubrió muebles volcados y salmón regado en todas partes. Los otros dos asomaron la cabeza por encima de sus hombros.

—¡Es la escena de un crimen! – chilló Seokjin con terror, su enorme camisa de mangas largas se agitó ante sus movimientos.

—¿Jimin? – Taehyung llamó a su amigo pero en lugar del castaño lo que recibió fue una bola de pelos negra saltándole al rostro.

Logró esquivar al minino fiero pero eso no evitó que volviera a maullar y arrojase hacia ellos para atacar.

—¡CUIDADO, ESTÁ BAJO LOS EFECTOS DE CATNIP! – se escuchó la voz de Jimin en algún lugar del departamento.

Taehyung observó al cayó con gesto de terror, el felino maulló y saltó al frente.

—¡¿Por qué le diste puto catnip?! – rugió molesto.

—¡Creí que volvería a ser el chico sexy de antes como en el fanfic que leí! – lloriqueo Jimin, su voz sonando ligeramente ahogada.

Ahora si, Taehyung estaba convencido de que Jimin era un poquito más idiota de lo que había pensado anteriormente y culpaba de todo a Jungkook y la manía que tenía de meterle ideas fantasiosas al menor.