Su nombre es Jimin.
Solía despertar muy temprano en las mañanas. Se daba baños largos con agua muy caliente y cantaba la misma canción sin falta. Intentaba hacer sonar su voz un poco gruesa aunque en realidad solía ser chillona, sobre todo cuando se emocionaba.
Luego de su baño salia y desayunaba algo rápido mientras escuchaba a otros humanos hablándole a través de una pantalla a la que llamaba televisión. Me daba de comer y yo lo observaba quemarse la lengua al intentar beber de su café con leche.
Era un humano bastante torpe comparado a los otros. Se caía la mayor parte del tiempo incluso si no había nada con lo que pudiera tropezar.
Era descuidado, olvidaba las cosas muy rápidamente y en una ocasión casi hace explotar el departamento.
¿Se supone que esta bestia de dos patas debe cuidar de mi? Porque tal parece que soy yo quien debe cuidar de el.
Maullé para llamar su atención. El se giro hacia mi y ondee la cola para apuntar a la cafetera que había dejado encendida.
—¿Qué pasa, gatito?— me miró sorprendido.
La cafetera, idiota.
—¿Quieres agua?—.
En ocasiones como ésta deseaba poder hablar el idioma de los humanos.
Me puse en pie y caminé frente a la máquina de donde chorreaba el liquido oscuro con olor penetrante que el humano Jimin tanto disfrutaba beber.
—No entiendo — hizo un puchero— gatito en verdad no sé lo que... ¡Ah, dejé la cafetera encendida!— me tomó en brazos, apartándome de la barra para finalmente apagar el aparato. —¿Por que no me habías dicho?— Me reprendió.
Si pudiera hacer expresiones con el rostro felino que tengo seguro mi cara se habría deformado en un gesto de irritación. Jimin pasó una de sus manos por mi cabeza, rozando mis orejas peludas y al instante lo perdone.
Llevaba ya casi seis meses humanos viviendo con él y aún no me acostumbraba a su extraña forma de ser, ni mucho menos a su torpeza.
Sentí el movimiento de unos pasos acercándose a la puerta principal del lugar que compartía con mi humano, así que permanecí atento hasta que alguien llamó a la misma. Jimin atendió de inmediato.
—¡Hola, Tae!— Sonrió al recibir a otro humano.
Lo conocía, era común verlo llegar a casa de Jimin. Lo llamaba "Tae" Pero creo que su nombre real era "TaeHyung" aunque algunas veces le decía "Taetae" pero eso solo era cuando quería algo a cambio.
Yo no le caía bien a Taehyung y créanme que el odio era mutuo. No me agradaban los humanos y menos aún aquellos que llegaban oliendo a perros pulgosos, seguramente el tenia una de esas bestias ladradoras, y las prefería.
—Hola, Chim ¿estas listo? se nos hará tarde—.
—Si, solo iré por mi abrigo— dijo mi humano, mientras caminaba hacia su habitación tropezando con la mesita de la sala en el camino.
—Bien, te espero—.
Taehyung agachó la mirada y me atrapó observándolo. Lo vi esbozar un gesto de desagrado en mi dirección y yo le devolví la reacción a mi manera, soltando un chillido bajo mientras enseñaba los dientes.
—¡Listo!— Jimin volvió a aparecer — Gatito ya me voy al trabajo cuida la casa, te traeré un juguete de regreso—.
Prefiero comida.
—Creo que preferiría comida, Jimin —el humano llamado Taehyung habló como si me leyera el pensamiento. —Le compras muchos juguetes pero este gato amargado no juega con ninguno—.
Listo, ya había anotado al humano Taehyung como el número uno en mi lista de enemigos oficiales tan solo superado por los perros pulgosos.
—Cierto— suspiró Jimin.
—¿Aún no le pones nombre?—.
—No soy bueno en eso— negó mi humano — ¿alguna idea, Tae?— .
Taehyung me observo.
— Negro—.
Que original.
—Tae, creo que eres peor que yo eligiendo nombres— La risita burlona de Jimin me distrajo del creciente odio hacia su humano amigo.
—Ya pensarás en un buen nombre, por ahora ya vámonos —.
—De acuerdo— Jimin se puso en cuclillas para acariciarme la cabeza y la espalda. —Te veo en unas horas— y me sonrió.
Salió de casa dejando un gran vacío en todo el lugar. Aun no me acostumbraba a su personalidad y a su torpeza pero me costaba aun mas poder acostumbrarme a su ausencia.
Vuelve pronto, estúpido humano.
ESTÁS LEYENDO
Black Cat - | YOONMIN |
FanfictionDonde YoonGi es un lindo gatito que termina en manos de un torpe humano. «¿Se supone que esta bestia de dos patas debe cuidar de mi? porque tal parece que soy yo quien debe cuidar de él» Adaptación. no se permiten copias o re subir la historia sin...