° DOS °

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—¡Es tan triste!— Jimin volvió a llorar, sus lágrimas gruesas resbalaban por sus mejillas regordetas hasta su barbilla y de ahí caían directo a mi cabeza. 

Me removí tratando de huir de su abrazo y aquellas gotas saladas que me caían encima pero el me apretó con mas fuerza y siguió llorando.

Aquel aparato al que llamaba televisor mostraba a un humano y una humana llorando casi tanto como Jimin. Yo observaba sin entender lo que pasaba mientras una melodía dramática sonaba de fondo.

—¡¿Por qué, Por qué?!—.

Para cuando la escena al fin terminó y Jimin dejo de llorar mi cabeza estaba mas húmeda que si me la hubiera pasado afuera a la intemperie en un día lluvioso.

Me deshice del agarre de mi humano tonto y caminé a mi tazón de agua.

—Gatito, mañana iremos al veterinario y creo que te compraré un collar — me sonrió dulcemente como si apenas segundos antes no hubiese estado llorando.

Odiaba los veterinarios, eran otros humanos horribles con ropa blanca y olor extraño. Me revisaban por completo y me tocaban como si fuera su derecho, solo había algo que odiaba mas que los perros pulgosos y Taehyung y eso eran los veterinarios.

Le di la espalda y me aleje sin mas mientras pensaba en la otra palabra que había mencionado y que yo jamás había escuchado en mi vida.

¿Collar?

¿Era eso una nueva comida con salmón? Por que si era así entonces sin duda "collar" me gustaría. Ya hasta lo estaba saboreando.  


✴✴✴

—Así que aquí esta el paciente —el veterinario sonrió muy cerca de mi cara peluda y pasó la mano por mi cabeza.

—Hola, Hoseok— lo saludo Jimin.

—Hola, Chim ¿qué tal el trabajo?—.

—Del asco, la empresa quiere ampliar sus horizontes y están pensando abrir una sucursal en América y quieren que aprenda inglés—.

—¿Tú? ¿hablando inglés?— el humano veterinario que ademas era amigo de Jimin me tomó en brazos y me llevó hasta la mesa metálica cubierta con una fina manta.

—Quiero ponerle un collar al gatito—.

¿Poner? ¿Es decir que debo ponérmelo antes de comerlo?

—Muy bien, ¿ya has pensado en un nombre?—.

Jimin torció la boca en un gesto y echo la cabeza hacia atrás como si pensara en algo. El humano veterinario me revisaba las orejas, las patas, la boca y ojos, en fin todo mi cuerpo. Intentaba apartarme pero el muy maldito era mas fuerte que yo.

—¿Yonie?—.

—¿Eh?—.

—Es muy lindo, yo mismo lo invente— Jimin sonrió con orgullo.

El veterinario frunció el ceño y volteo a verme acariciando mi espalda la cual arquee hacia arriba en contra de mi voluntad, disfrutando de la caricia. Odiaba que mis instintos felinos me traicionaran , el único al que dejaba tocarme era a Jimin el humano tonto. Pero he de admitir que el veterinario Hoseok sabía muy bien cómo y dónde tocar.

—No lo sé, Chim —Negó —Creo que no le queda--.

—¿Por qué? si es tan dulce y tierno como él—.

¿Que yo qué?

—Como quieras— Hoseok se encogió de hombros —le pediré a jungkook que le prepare un collar con tus datos y el nombre de este amigo— Me dio una palmadita. —¿Qué te parece? Tu desobligado  dueño al fin te dio un nombre, aunque aquí entre nos, ese nombre no te queda  —exclamó lo ultimo en un murmullo muy bajo.

Ni siquiera entendía de lo que estaban hablando aquellos humanos yo solo quería mi collar de salmón.

—¡Escuché mi nombre!— otro humano entró a la chillante sala llena de color. 

Era otro amigo de Jimin, ese si me caía un poco mejor, sonreía mucho y me daba bocadillos a escondidas del veterinario y de Jimin. Creo que su nombre es Jungkook pero mi humano lo llama "Kooki".

—¡Pero miren quien está aquí! —se encaminó en mi dirección abriendo mucho los brazos y apartando a Jimin de un empujón.

Me sujetó y abrazó tan fuerte que creí que me sacaría los ojos.

—Don Gato, viniste—.

—Chim ya le dio nombre al fin—.

—¡¿En serio?! ¿cuál es, cuál es?—.

—Yonie—.

—¿Qué?—.

Jungkook se giro hacia hoseok buscando respuestas pero el veterinario se encogió de hombros.

--Es muy tierno-- explicó mi humano tonto con un puchero en sus abultados labios.

--¿Y por qué no llamarlo solo gatito? ya sabes, un nombre que todos comprendamos-- Jungkook me alzó hasta la altura de su rostro y restregó su nariz contra la mía.

--Porque el nombre que puse se escucha mejor-- Jimin hizo un puchero.

--Pues bueno, felicidades por tener nombre al fin-- Jungkook volvió a apretujarme.

Hoseok llenó una hoja mientras Jungkook me entregaba en brazos de Jimin.

--Eso es todo por ahora, tu collar estará listo mañana-- dijo el veterinario.

¿Hasta mañana podré comer mi collar? 

Tendría que esperar paciente.

Jimin se despidió y ambos salimos de ese horrible lugar donde los perros pulgosos llegaban ladrando y con conos de platico ridículos al rededor del cuello, y caminamos a casa.

Black Cat - | YOONMIN |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora