° VEINTIDOS °

181 16 1
                                    


—¡¿Qué pasó?! — Jimin llegó hasta la puerta con los ojos muy abiertos.

—¡Este pervertido! — La chica me apuntó.

¿Ahora que hice?

—¡Yoonie, ve a ponerte ropa! — Jimin me empujó hasta el interior del departamento. —Yena, en verdad lo siento —.

—¿Lo sientes? — La bestia se cruzó de brazos y rió —Siempre supe que eras una puta pero nunca pensé que llegarías a el extremo de meter hombres aquí —.

— ¡Yo no...! —.

—Ahórratelo, Jimin. — Ella me lanzó una mirada —Mi abuela se enterará de esto — Sentenció —Le diré que estás convirtiendo su edificio en un prostíbulo  —.

—Pero eso no es cierto — Jimin tenia esa cara de acongojado que solía poner cuando estaba perdiendo una pelea con alguien. 

¿Esa estúpida quien se cree para meterse con mi humano?

Caminé hasta ellos y alejé a Jimin de la entrada.

—Más te vale cerrar la boca y dejar a mi humano en paz, o la próxima vez que la abras tendrás una polla gorda y sucia para tragar. — Ella abrió los ojos con incredulidad —Aunque viéndote esa cara quizás hasta lo disfrutes —.

Cerré la puerta y me acerqué a Jimin.

—No llores, estúpido humano. — Le di un apretón —Mira, ya hasta te perdoné por haberme mordido —.

—¡¿Por qué le dijiste esas cosas a Yena?! — Se escandalizó —¡Ella es la nieta de la dueña de este edificio y...! —.

—No me importa quién sea, mientras yo esté aquí nadie va a lastimarte y mucho menos hacerte llorar de nuevo, ese estúpido humano llamado Sungwoon se salvó solo porque en ese entonces yo no estaba en este cuerpo — Me molestaba incluso mencionar su nombre. 

Jimin enrojeció ligeramente.

—No tienes que cuidarme, se supone que debería ser a la inversa, yo soy tu dueño  —.

—Si pero eres bien idiota así que...—.

Él alzó la mirada enfurecido, ya no había rastro de sonrojo en sus cachetotes. 

Sonreí.

—Me gusta más cuando estás molesto y no triste, es divertido —.

—¿Ah sí? pues prepárate porque esto se pondrá verdaderamente divertido  —.

Eso OBVIAMENTE es malo.

—¡Espera! — Lo detuve alzando las manos —¿Y si mejor comemos algo? —.

—Luego de tener tu pene en mi boca ya no quiero comer nada. — resopló y caminó hacia la sala.

Claro, otra forma de mencionarlo era esa, lo había olvidado.

—Entonces, ¿podemos hacerlo? —pregunté entusiasmado. 

—¡No! incluso ya no creo que se te vuelva a parar luego de haberlo mordido —.

—Lo hará, se pone bastante duro cuando te veo —.

Él hizo un puchero.

—Pervertido. — suspiró y se tumbó en el sofá —No sé que le voy a decir a la señora Yu cuando venga y te vea aquí, se supone que... ¡¿Qué estás haciendo?! —.

Ahora yo estaba de rodillas frente a él bajándole los pantalones.

—Es mi turno de comerme tu pollo. —.

Él soltó una risita.

Esto no podía ser muy difícil, ¿o si? Solo debía metérmelo a la boca, había comido cosas que tenían peor aspecto en mi vida como gato callejero.

Estaba a punto de hacerlo cuando alguien gritó.

—¡UNA RATA! —.

¿Alguien dijo rata?

Me puse en pie de un brinco y sonreí pasando mi lengua sobre los labios resecos. 

Esto será divertido. 


-----------------------------------------------------------------------------------------------


Volví dándole vida a esta historia con el Yoonmin.  Espero lean y les guste mucho, no se olviden de seguir a la autora original  <3 

Black Cat - | YOONMIN |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora