💔Lo siento💔

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(hola... perdonen, no he estado bien últimamente... esto que voy a escribir es un desahogo... espero no molestarlos... tqm)

"Por favor! Detente!"

"Ya no eres muy valiente, no Yamada?"

"YA BASTA!"

"Tranquila... al final lo disfrutarás..."

Ella forcejeó lo más que pudo pero recibió un golpe que la hiso perder de a poco la conciencia... lo último que sintió fue como su ropa era arrancada de golpe... dejandola a merced del tipo que solía llamar compañero...

(...)

3 años... 3 años sin poder dejar las cosas en paz...

La chica estaba acostada... su mirada estaba perdida en el techo de su habitación, sin embargo desvió su vista al escuchar la puerta rechinar

"Amor?"

"Mm?"

"Ya está la comida, por si quieres bajar a comer"

"Gracias papá..."

El rubio la miró un rato, su niña ya no reía y mucho menos salía de su cuarto... Nemuri decía que era parte de la adolescencia. Sin embargo cambió de opinión al ver qué la chica tenía que ser casi obligada a probar bocado. Sus calificaciones habían bajado drásticamente y su forma de vestir había cambiado...

Ya no usaba la ropa que tanto amaba... solo se limitaba a usar una sudadera y unos pants estando en la casa... ya no se arreglaba como antes ni le presumía a Shota los nuevos labiales que solía comprar a veces por las tardes.

Les dolía verla así, sin embargo cada vez que se acercaban para hablar, la chica lo alejaba y pedía que se fueran.

Los tres intentaron investigar, pero no encontraron nada... los adultos no sabían que hacer, sabían que algo le pasó a la chica pero nunca supieron que.

Mic revisaba los brazos pero nunca encontró algo... pues, no contó con que las heridas también se hacen en las piernas...

Desde aquel día le dolía la espalda baja o el vientre bajo... estaba aterrada y no sabía cómo lidiar con eso.

La mente se le nubló por pensar en lo peor, Present Mic, padre de una perra sin calzón... que horror...

"Hija?"

La chica no respondió... estaba de espaldas a la puerta de su habitación, no estaba dormida, ambos lo sabían. Mic se acercó a su pequeña y se sentó en la orilla de la cama, notando la mirada cansada de la niña... claramente había llorado todo el día.

"sweetheart... podemos hablar?"

La chica solo cerró los ojos esperando el sermón del mayor.

"Sabes que puedes confiar en mí, cierto?"

Sintió un pinchazo en el corazón... se encogió en la cama cerrando los ojos con fuerza, recordó el dolor de aquella tarde al despertarse... el desastre en el que la habían convertido tras ese acto...

La castaña contuvo las lágrimas en vano y trató de que su mueca de desesperación contenida no se notará o escuchara

"N-no..."

El rubio la abrazó envolviendola en la manta que la cubría, acariciaba su cabello de forma cálida, colocando a su hija con cuidado sobre su pecho, como si fuera a cargarla como una princesa, sin embargo se quedó sentado con la chica en brazos

"Amor... siempre puedes contar conmigo... sé que no puedo estar en casa todo el tiempo pero si necesitas algo, siempre voy a estar para escucharte y apoyarte en lo que necesites, eso nunca lo dudes"

La nena se soltó a llorar, una chica de 16 años... se quebró y lloró sin control en el pecho de su padre. El rubio la abrazó con amor y besaba su frente tratando de que su hija se desahogara por completo... no sabía que había pasado, pero con el tiempo pensaba en más cosas que le pudieron hacer daño a la pequeña... sin embargo... nunca se le pasó por la mente aquel tormento por el que realmente pasó...

Pasaron los meses y ella no mejoraba, quería sanar sola, quería intentar hacerlo sola para que nadie más la dañara o la juzgara.

Sin embargo poco a poco empezó a escribir todo lo que sentía en cachos de papel... los guardaba en una caja que dejaba debajo de la cama...

A pesar de lo que su padre habló, ella no le contó.

Ella nunca comentó lo que realmente le pasó hasta que finalmente explotó. Simplemente Ella ya no soportó...

Tomó un frasco de esas pastillas con las que debes tener cuidado y tragó las que pudo.

Poco a poco perdió la conciencia... sabía que papá no llegaría temprano a casa... por ende cuando todo acabara... ya nadie la volvería a despertar... o eso creía.

(...)

No sabía que había pasado... le dolía la cabeza y no sentía su cuerpo... lo primero que vió con su vista nublada fue a su papá que lloraba mientras corría al lado de la camilla que la llevaba adentro del hospital.

Aizawa estaba a su lado tratando de calmarlo. El azabache tenía las marcas ausentes de las lágrimas que se habían secado al aire.

"NECESITO IR CON ELLA!"

Quería terminar con todo y solo terminó haciendo sufrir a las personas que realmente la amaban...

[Inútil]

Se repetía en su cabeza una y otra vez...

No sabe que le hicieron... solo supo que la habían devuelto a la "normalidad"

Los doctores salieron y hablaron con Mic. Aizawa le siguió el paso hasta la habitación de la chica, sin embargo al entrar al cuarto, los ojos del rubio se llenaron de lágrimas al comprobar que los doctores no mentían sobre las múltiples heridas en las piernas de la chica

Se odiaba. Y rogaba porque su hija despertara...

Solo pedía una explicación, la cual recibió después de que un doctor al entregar unos análisis... los cuales revelaban la tortura de las tardes... si... algo constante que nunca paró desde aquel día... su hija, su niña... nunca dejó de ser violentada...

Ella lo hacía con tal de que la motivara a terminar todo.

Lo malo es que el daño permaneció, aunque de alguna forma... está historia terminó con un final "feliz"... ella jamás volvió...

Mi RDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora