Mi RD

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El timbre de la casa sonó y Angy corrió a abrir la puerta, ignorando a medias los celos que destilaban de su papá y su tío, sobre todo el segundo, los cuales estaban en la cocina, la niña había estado toda la semana esperando ese día, ya había hablado un poco con Mic sobre todo el asunto, Mic un poco nervioso decidió confiar en su hija, con la condición de que si algo pasaba que se lo dijera de inmediato para irla a ayudar, ella moría por volverlo a ver.

Un chico de ojos brillantes y cansados de color morado estaba parado en el umbral con una sonrisa preciosa, con una bolsa en la mano, Shinsou llevaba una camisa a cuadros azules y sus jeans negros.

"Shinsou!"

"Hola Angy"

Los chicos se abrazaron brevemente y la castaña lo dejo pasar.
Angy aguanto la risa ya que el pelimorado no tardó en cargar al gatito en brazos y llenarlo de mimos. Shinsou también sabía que había estado decaída pues hacía poco aunque nadie lo supiera realmente hacía poco que había leído la carta de Dabi, por eso Shinsou se preocupó y no dudó en intentar animarme

Seguíamos siendo amigos apesar de que habían pasado los años y fuéramos en distintas escuelas. Ambos nos vimos crecer y madurar, sin embargo algo dentro de mi no murió en todos esos años... Nadie lo sabía más que Dabi en su momento, después se enteró kirishima de mi gusto por el pelo morado, pues me atrapó viendo toda embobada una foto de Shinsou, ella guardaba ese secreto en lo más profundo de su corazón, pues sabía que ambos tenían metas grandes para sus vidas, no quería interferir con eso, a parte del miedo que le daba que Shinsou también se fuera de su vida si se le confesaba

En esa salida era donde yo iba a empezar a matar mis sentimientos, me sentía triste y frustrada pero sabía que era lo correcto, mi Tío Aizawa decía que el amor era una gran distracción y un arma poderosa que podrían usar en nuestra contra. Aunque para Shota una gran parte de lo que dijo era verdad, lo dijo por impulso a qué yo no me enamorara aún de alguien.

Sin muchos ánimos salimos de la casa, Shinsou y yo paseabamos por las calles de la ciudad, íbamos conversando hasta que nos detuvimos en una calle principal que daba vista a la UA.

Estábamos a nada de cumplir nuestro sueño, seríamos estudiantes de héroes en poco tiempo.

Shinsou: "Crees que al fin lo lograremos?"

Lo mire entre confundida y pensativa, observaba en sus ojos que él aún tenía esperanzas a pesar de todas las burlas que le habían hecho a lo largo de su vida diciendo que sería el siguiente villano que detendrían los héroes.

Toqué su hombro y le sonreí

"Estoy segura de que si. Pronto estaremos preparándonos para ser grandes héroes, estoy segura, lo presiento"

Shinsou sonrió y tomó mi mano, haciendo que un escalofrío me recorriera la espalda, sonreí nerviosa afirmando mi agarre a su mano, sus dedos eran largos y delgados, sus manos solían estar frías, antes de que siguiera divagando me recordé en silencio que tenía que olvidarme de mis sentimientos.

Sonreí tragando mi amargura, lo miré a los ojos, esos ojos bellos que me hacían sentir tan calmada y feliz, Shinsou apartó un mechón de mi cabello que estaba haciéndome cosquillas en mi nariz, ambos nos reímos pues mi cabello parecía tener vida propia con el aire.

Caminamos a una cafetería con gatitos como era nuestra costumbre, conversamos contentos con los gatitos a nuestro lado, cada vez que hacía el esfuerzo por empezar a verlo solo como un amigo me sentía aún más enamorada de él. Era dulce y serio, era una combinación muy interesante, también era listo y sin duda leal. Me había hecho las estúpidas ilusiones de que juntos podríamos ser felices, luego recordaba que él no sabía nada de mis sentimientos y todo se desmoronaba.