En busca del amor

Chapter 8.

–la verdad no, aunque me dolió al principio pero ahora solo es un recuerdo ese día y esos besos. Tomaba un poco.

–vaya pensé que no lo habías intentado. Miraba al hombre que se acercaba. Un chico pelinegro de traje negro sonreía al acercarse a Nami, miraba que conversaban.

–disculpe señorita me haría el honor de bailar esta pieza.

Miraba de reojo a Haruka. –estoy ocupada. 

–no te preocupes Nami, te esperaré. Le sonreía.

–estás seguro que estarás bien solo. La miraba.

–si solo diviértete. Miraba al chico. –espero que la trate bien.

–si cuidare de ella no tiene de qué preocuparse.

Haruka veía como caminaba a la pista, tomaba un trago y veía cómo se movía el vino el la copa, su cabeza se llenaba de recuerdos de cuando vivía sola y como terminó regresando a la mansión Tenoh

Recuerdo.

En un parque una joven de cabello rubio corría en una pista, los rayos del sol iluminaban el camino que recorría, pequeñas gotas de sudor recorrían su frente. Se detenía en uno de los puestos que apenas abrían comprando algo de agua miraba su reloj antes de ir por la calle a un minisuper, que quedaba de paso entraba al lugar tomando un pan, huevos, una sopa instantánea y un paquete de leche, se acercaba a una cajera de cabello rojizo quien la miraba.

–buenos días, tenemos en promoción los jugos el día de hoy.

–buenos días, solo llevaré esto. Miraba a la chica.

–serán HK 300. Tomaba el dinero que le daba. –gracias por su compra.

Realizaba el pago, antes de salir con una bolsa del super, solo dos calles, antes de llegar al apartamento entraba a un edificio de 10 pisos subía al elevador al tercer piso al apartamento 312 abría la puerta podía sentir la tranquilidad del lugar, cerraba la puerta colgaba sus llaves en uno de los ganchos del llavero que tenía en la pared.

–debo de apresurarme si quiero hacer otras cosas hoy con mis amigas. Caminaba a la cocina, acomodando todo, comenzaba a preparar la sopa y un huevo hervido, se servía serial y leche. –buen provecho. Comenzaba a comer.

Su móvil comenzó a sonar, el nombre de Michiru JK. Aparecía en la pantalla, tomó algo de jugo antes de contestar.

–Hola, ¿qué pasó Mich? Tomaba un poco de sopa.

–¿pasarás por mi hoy? Se escuchaba triste.

–si gustas, no tengo problema en pasar por ti. Seguía con su sopa.

–te estaré esperando en la entrada. Su voz seguía sonando triste.

–solo dame un momento para arreglarme e iré por ti. 

–si, nos vemos. Colgaba.

–rayos, ahora qué habrá pasado. Respiraba profundo –bien será mejor que termine de desayunar antes de salir.

Terminaba su ramen, salía del departamento con una playera y unos jeans azules, tomó un saco café, conducía a la zona rica, a una de las mansiónes de color arena con pilares café, su barda del mismo color y un portón negro se detenía en la calle una joven de tez morena salía con unos jeans y una blusa negra.

–que bueno que llegaste. Se abalanzó a sus brazos.

–Mich ¿Que te pasó para que te sintieras triste? La abrazaba.

–Nada, ya estoy mejor por qué tú estás aquí. hunde su cara en su pecho.

–pero Mich enserio es tan malo lo que te pasó. La retiraba de ella para ver su rostro.