Chapter 7.

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–pero gracias Mariela por decirme la verdad sobre Oyuki, se que te costó decirlo pero agradecería, que la próxima vez no gritara y pudieras dejar un mensaje en el buzón de voz.

–!¿He..?! Pero cómo es que… si yo no… La miraba como sonreía.

–mmm… ya veo que es normal que hables así. En ese caso mejor un mensaje de texto. La miraba de reojo, con una sonrisa.

Se sonrojaba al escucharla regresaba su mirada al frente, tomaba el té y comía un pan al vapor, escuchó cómo reía Haruka, se contagió de su sonrisa que comenzó a reír sin razón, su pesadez se desaparecía eso le gustaba, después de un rato se terminaron los panes y el té, se recostaba en el regazo de Haruka, ese aroma a flores de campo fresco, la inundaba cerraba sus ojos, podía imaginarse recostada en el campo como el viento soplaba trayendo esa fragancia.

–¿Estás dormida? Le retiraba el cabello de su rostro.

–no, solo me encontraba imaginando el campo. Abría sus ojos.

–mmmm…extrañas los campos de Escocia. 

–solo un poco. Mariela se sentaba recargando su cabeza en el hombro de Haruka.

–jajaja.. si me decías que ahí no había un buen partido. La miraba.

–bueno era verdad, pero estabas tú ahí eso hizo el lugar interesante. Jugaba con sus manos.

–vale es bueno saberlo. Pero no podemos regresar a esos momentos. Sonreía.

–no, pero podemos. Se sentaba en sus piernas. –hacer esto. La comenzaba a besar.

El calor subía a su cabeza, sabía que era mala idea estar a solas con Mariela, cerraba sus ojos  la imágen del mar, algo en su interior le decía  –¡No debes hacer esto, debo detenerme! sentía la respiración entre cortada de Mariela, la tomó de los brazos haciéndola aún lado, se pasaba su mano por el cabello, se giró colocando su brazo izquierdo en el respaldo.

–no puedo, hacerlo solo somos amigas y no quiero lastimarte. La miraba.

–solo esta noche Haruka y te prometo que ya no lo haré. Se acercaba.

–no, Mariela en verdad esto no está bien yo no te quiero, y debes buscar a alguien que te quiera y no solo algo de una noche. Se levantaba.

–pero yo te quiero Haruka.

–lo se, pero yo no te quiero de esa manera, puedo ser tu amiga pero no ser otra cosa más allá de ello. La miraba. –por eso quiero que seas feliz. 

–es por qué ya no te parezco atractiva, por eso me dices todo esto.

–No, en verdad me cuesta a veces separarme de ti, cuando empezamos y bueno a veces me digo que porque no aproveche la oportunidad. Suspiraba al decirlo.

–esta bien solo necesitaré tiempo. Lagrimas rodaban por sus mejillas.

–en verdad me duele, pero pienso que es lo mejor. Le daba un beso.

–no se si creer en lo que dices. Agachaba la mirada.

–será mejor que me retire. Se levantaba del sofá.

Mariela se levantó, la abrazó y hundió su cara en su espalda tratando que no se fuera, al soltarla, Haruka siguió su camino a la puerta, al salir sentía que había hecho lo correcto. En el camino una parte de ella se arrepentía por no haber aceptado la propuesta de Mariela tenía que ir a descansar así podría dejar de pensar en ello. 

Ese mismo día cuatro horas antes en el departamento Ahiko se encontraba metiendo parte de su ropa en una maleta, caminaba a la sala, escuchaba que abrían la puerta. Mich llegaba de trabajar viendo a Ahiko de pie con una maleta, sorprendido al verla, cerraba la puerta antes de caminar a la sala.

En busca del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora