Capítulo 23

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Kaoru la ignoró e intentó tomarla del brazo. Michiru lo sujeto y tumbó al piso algunas personas llamaron a la policía, quienes llegaron corriendo.

–¿Qué sucedió? Miraban a los presentes.

– nada, solo una discusión de pareja. Se levantó del suelo.

–¿Es verdad eso? Miraba a la joven.

–Hola soy Michiru Kaioh, esta persona no me dejaba continuar mi camino y trato de tocarme. Decía Michiru.

La miraba el policía, tomó al joven. –srta. Kaioh, si gusta vamos a la comandancia para que quede registrado este hecho.

–si. Caminaba junto al policía.

Haruka regresaba de su cita con él hijo de la familia Nakagawa, caminaba al baño tomaba una ducha, salía caminando al closet colocándose algo de ropa se recostaba quedándose dormida. Michiru llegaba viendo como se encontraba dormida, sacaba de la cajita la cadena con la medalla en la que se veía un ave con una cola larga volando, sobre unos campos, detrás de ella el sol.

–El dorado le queda muy bien, espero te guste mi regalo. Acariciaba la cadena y le daba un beso.

Esto hizo que se despertara, podía ver esos ojos azules como la veían de manera tierna, sonrió antes de abrazarla y recostarla junto a ella para dormir otro rato, hundía su cara en su cabello, esa noche comenzaba una brisa helada. En la semana salían a divertirse en los parques realizando muñecos de nieve y paseando, Michiru veía su entorno.

–zoisite tenía razón, Sebe como una niña pequeña en la nieve. Sonreía.

–¿dijiste algo?  La miraba.

–no solo pensaba en algunas cosas que me pasaron y  que pronto será año nuevo y tendremos que ir al templo. Miraba las ramas cubiertas de nieve.

– tienes razón, el año se pasó muy rápido. Miraba algo triste el cielo.

Un fotógrafo que seguía a Haruka le tomaba una foto mientras se abrazaban. 

Por la noche un auto llegaba a una mansión de dónde descendía un hombre de smoquin negro, cabello blanco corto quién le ayudaba a bajar a una joven de vestido blanco y cabello rubio largo. Al entrar al salón las miradas se posaron en ellos.

–vaya son varios familiares. Le sonreía kunzite.

–esta vez se reunieron más. Minako miraba a sus parientes.

–Tal vez por qué no habían podido en los otros años. 

–No lo creo, se están acercando demasiado a papá, y me sonríen demasiado. Entre cerraba los ojos algo molesta.

– ya veo es por el dinero supongo. Regresaba su mirada a ella.

–si, los tíos por parte del hermano de mi abuelo, siempre vienen cuando saben que pueden ganar algo. Se dio la vuelta.

Caminaban al jardín esa noche viendo el cielo, a lo lejos se escuchaban las campanas como repicaban en el templo. Esa noche en el templo la familia de Rei se encontraban dando la bienvenida al año nuevo, el templo se comenzaba a llenar Jadeite encendía una fogata donde quemarían los talismanes del año viejo solo escuchaba la campanada 106, antes de ver algunas personas formándose, esperando la última campanada, cuando se escuchó comenzaron. 

Acudían a quemar su talismán en la hoguera antes de ir a comprar uno nuevo toda la madrugada Usagi, Makoto y Nephrite  se encontraban ayudándolos en el templo.

– ya se terminaron Rei. Usagui decía.

– deja traigo más de la buena fortuna. Salía del lugar.

–Vamos necesito más leña. Jadeite decía.

En busca del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora