1. ¡YO NO LOS MATÉ!

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Una mosca...

Dos moscas...

Cuatro moscas...

¿Mosquitos?

¿Qué tan tarde es?

— ¡Agnès! — la voz del hombre frente a mi me distrajo

¡Yo quería seguir contando moscas! — mi voz interna era algo así como una niña pequeña

Siempre quería todo a su manera.

Me gusta llamarla Agathe

Lindo ¿No?

Baje la mirada al hombre con bata blanca.
La mitad de las personas aquí visten así

¿Hay alguna necesidad de que todos vistamos de blanco?

— ¿Puedes responder a mi pregunta? — inquirió el hombre

— ¿Qué pregunta? — recargue mi espalda en el respaldo de la sillas.

— ¿Quién mató a Jeremy y Corine? — tomo una pequeña tabla de madera frente a él.

— Agathe — respondí

Un sonrisa se formó en mi rostro, el solo recuerdo de tener a Corine rogando por la vida de Jeremy y la suya me causaba un placer que recorría mi cuerpo de pies a cabeza.

— ¿Quién es Agathe? — volvió a preguntar

— Mi amiga — hable quitando la pintura seca de la mesa frente a nosotros

— ¿Agathe es tu amiga? — asentí — ¿Ella te dijo que hacerle a tus hermanos?

Dile que no, Agnès.
Lo hiciste porque quisiste...

Yo solo te dí la idea.

Negué con la cabeza haciendo caso a mi amiga

— Entonces ¿Quién te dijo eso? — no respondí a la pregunta — ¿Agnès...?

Levanté los hombros dando a entender un "No sé, ni me interesa"

— ¿Crees que está bien lo que hiciste?

Y usted ¿No sé piensa callar?
Solo habla, y habla, y habla de temas muy aburridos

— Agnès... ¿Crees que está bien? — no respondí — ¡Contesta!

Mi silencio se impregnó en el lugar

— Eres un caso perdido, niña — exclamó él hombre levantándose de la silla

Mi risa escandalosa botaba por todo el lugar

— Venga, comandante — llame al hombre desde mi silla, mando una mirada de rechazo

Después de unos cuantos segundos el hombre ya estaba frente a mi.

— ¿Por qué no juegas conmigo? — lo abracé por el cuello — vamos a divertirnos un rato — baje poco a poco una de mis manos a el cinturón en su pantalón

— ¡Estás loca, Agnès! — tomo mis manos de golpe — Tus hermanos están muertos ¡¿Entiendes lo que significa?! — seguí sonriendo mostrando mis dientes delanteros — ¡Llevensela! — ordenó — Parece que no dirá nada — llegaron dos personas tomándome de los brazos

— ¡No fui yo! — grite tratándome de safar del agarre de aquellos hombres — ¡Yo no los maté! Es culpa de Agathe — me movia desesperadamente para soltarme de los dos hombres — ¡Tienen que creerme! — una risa desquiciada salía de mi boca — ¡Sueltenme!

Mi lado psicodélico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora