-Tu: esto no tiene nada que ver con las pinturas, sino con… matrimonio -Misu abrió los ojos paralizada- era una broma -le dije- sugirió que si seguíamos libres cuando cumpliera los treinta…
-X: tiene algún mensaje de vuelta? -me pregunto el mensajero-
-Tu: no -repuse- espera si, dígale a Tom Kaulitz que no me casare con el, que si cree que soy la misma chica loca de amor por el que lo beso aquella vez -me mordí el labio- no, se lo diré personalmente -el mensajero asintió y salió del lugar-
-Misu: cuando besaste a TOM? -me pregunto mi amiga-
-Tu: el el 14 de febrero de hace 10 años -me moví para quitarle el contrato- esto no debe ser legal, esta hecho a mano y no parece mi firma
-Misu: es tu firma? -a lo que asentí con un movimiento de cabeza- entonces lamento decirte que puede ser legal -solo sentí que me ruborice y se me hizo un nudo en la garganta-
-Tu: creo que tendré que buscar un abogado
-Misu: O eso o casarte con Tom -respondió ella-
Me alisé la falda donde se había formado una arruga en mi transcurso al centro, había dudado demasiado en lo que me pondría para la reunión con Tom y había optado por una falda negra y tacones altos, algo que no solía usar comúnmente. El despacho de Tom estaba situado en una de las numerosas torres de oficinas del centro de Chicago. Todo esto era muy raro con contrato o sin contrato no se podía obligar a una mujer a casarse con alguien, aunque viéndolo por el lado positivo, no tendría que buscar un lugar donde vivir cuando me echaran de mi departamento o juntar dinero para recuperar mi negocio-. No lo amo -me lo repeti una y otra vez- Me alise nuevamente la falda y me dirigi a los ascensores del gran edificio para dirigirme al despacho de Tom; al llegar me tope con una recepcionista muy guapa.
-Recep: Buenas tardes ¿en que puedo ayudarla?
-Tu: busco a Tom Kaulitz
-Recep: usted debe ser la señorita (Tn), el señor Kaulitz me pidió que la llevara a su despacho -saliendo de detrás del mostrador- ahora esta en una reunión pero no tardara, ¿quiere que le traiga algo?
-Tu: no gracias, estoy bien -ella me dirigió hasta el despacho-
-Recep: le diré al señor Kaulitz que ha llegado
-Tu: gracias -pasaron unos minutos y mientras me encontraba sola observe una foto de Tom y un perro-
-Tom: se llama Scotty -cuando voltee vi a Tom de pie a un costado de la puerta, mi corazón se detuvo y tuve que tragar saliva-
-Tu: es bonito –murmure-
-Tom: es un sinvergüenza, lo destruye todo, pero lo adoro, ¿tu tienes mascotas? -yo no dejaba de verlo, pero no había ido para conversar amigablemente, asi que saque el contrato-
-Tu: Me has enviado esto
-Tom: si -y sonrió-
-Tu: ¿por qué?
-Tom: creo que esta claro en la carta
-Tu: no puedes hacer esto, cuando hicimos esto habíamos tomado demasiado -Tom saco una mano que llevaba en la espalda y me tendió unas rosas-
-Tom: para ti -dijo sonriente- son rosas inglesas tus preferidas ¿no?
-Tu: vas a necesitar mas que rosas y que este contrato absurdo para que me case contigo -el dio un paso hacia mi sin dejar de sonreir-
-Tom: pues dime lo que quieres (Tn) -tome el valor para mirarlo detenidamente, sus rasgos infantiles habían cambiado por otros mas duros, parecía poderoso, decidido y cuando a Tom Kaulitz se le metia una idea a la mente no paraba hasta conseguirlo. Maldije aun silencio, mi pulso se acelero y sentí como me ruborizaba-.
-Tu: supongamos que el contrato sea legal, cosa que dudo porque cuando lo hicimos estábamos borrachos -me interrumpi- ¿Por qué quieres casarte conmigo? No hemos hablado desde que terminamos la universidad -él se acercó hasta quedar frente a mi-
-Tom: puede que no -dijo- pero eso no quiere decir que no haya pensado en ti

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Only Yours (Tom y Tu)
Teen FictionNARRAS TU Un poco de música, un baño de burbujas con todos los aromas que me gustan, vino, chocolates y películas románticas; era otro día de san Valentín que dedico a consentirme, en la universidad todos sabían que no tengo novio, me la paso estudi...