Only Yours (Tom y Tu)

Capitulo 8

NARRA TOM

Desde el lago soplaba un viento frio, que hacia volar las hojas secas. El cielo grisáceo oscurecía el sol de noviembre y una lluvia fina brillaba en las aceras. Abrase la chaqueta más a mi cuerpo y cruce la calle de prisa. Después de lo ocurrido en mi despacho días atrás era una sorpresa volver a tener noticias de (Tn), había llevado mal una reunión, en parte porque ella me creyó capaz de obligarla a casarse conmigo. El contrato solo era un medio para que aceptara salir a cenar conmigo -maldije en silencio- jamás había tenido que obligar a una mujer para salir conmigo ¿Por qué estaba tan decidido a hacerlo con ella?, Tal vez volver a verla me ayudara a aclarar todo. Si, era muy atractiva y, si, habíamos tenido una amistad bonita en el pasado, pero ahora somos personas diferentes con vidas distintas. ¿Significaba eso que podíamos volver a empezar? -entre al parque pequeño situado frente a la librería Newberry y camine buscando entre los transeúntes a (Tn)-. Esta mañana ella me había pedido que viniera a verla sin darme mas explicaciones, y yo solo encontré esto como la forma de disculparme por mi comportamiento y arreglar las cosas con ella; en el mejor de los casos ella podría aceptar ir a cenar conmigo o en los peores casos me diría donde podría meterme ese contrato. No era la misma que había conocido en la universidad, la chica tímida se había convertido en una mujer segura de sí misma que probablemente tenía a todos los hombres a sus pies, hombres que habían reconocido su belleza con tan solo conocerla y habían sido más listos que yo. Había estado con muchas mujeres, y aunque en ocasiones había mucha pasión, nunca había conectado de verdad a nivel sentimientos, nunca había confundido aquello con amor y ni siquiera con un afecto profundo; siempre había sido cuestión de deseo físico y nada más. Lo que siento por (Tn), era diferente. Es una mujer hermosa, sexy e interesante, pero no quiero seducirla. Antes que nada somos amigos y, si nos convertimos en amantes, sería porque lo hiciéramos como un paso lógico dentro de una relación, no por el deseo abrumador de arrancarnos mutuamente la ropa. (Tn) no era la clase de mujer a la que pudiera seducir y luego dejar. Ocupa un lugar diferente en mi vida a todas las demás mujeres, a pesar de lo cual no puedo ignorar los chispazos de atracción que brotaban entre nosotros cuando estamos juntos ni puedo negar que pensara a menudo en ella en los últimos días. Me volví despacio y volví a mirar de nuevo el parque. Por un instante creí verla sentada en un banco, pero enseguida me di cuenta de que no era ella. Me senté a esperar y observe a un anciano lanzar una pelota de tenis a su perro. Diez minutos después, empezaba a preguntarme si me habían dado algo cuando la vi andar hacia mí. Me puso en pie y ella se detuvo y me miró largo rato. Me acerque a ella hasta que quedamos en el centro de la plazuela.

-Tom: pensé que ya no vendrías -le dije-

-Tu: he estado a punto -me contesto-

Se produjo un silencio entre nosotros y reprimí un impulso de quitarle un mechón de cabello que se encontraba sobre su rostro, si podía tocarla todo iría bien, pero lo que hice fue meter mis manos en la chaqueta para reprimir la tentación.

-Tom: ¿quieres tomar un café? -le pregunte- a un sitio donde… -ella negó al instante con la cabeza-

-Tu: no, aquí estamos bien, solo quiero hacerte una pregunta y quiero que me contestes con la verdad

-Tom: De acuerdo

-Tu: ¿Por qué haces esto? Puedes tener a todas las mujeres que quieras, ¿Por qué yo?

-Tom: esas son dos preguntas, con respuestas muy diferentes

-Tu: dime la verdad -insistió ella, yo solo pensé con cuidado que responderle, ya que esto influiría en su decisión, sentí ganas de ocultar mis verdaderos motivos, pero si quería que esto funcionara tenía que hablar con la verdad-

-Tom: tengo 30 años mi padre quiere que tome decisiones, quiere que forme una familia para poder ser el líder de la compañía -solo estaba esperando su reacción-

-Tu: de acuerdo, eso puedo entenderlo pero ¿Por qué yo? -me encogí de hombros-

-Tom: tiene sentido, para empezar esta el contrato; y ya éramos buenos amigos -no le dije que me atraía mucho, que no dejaba de pensar en ella y que la veía con una luz nueva-

-Tu: ¿o sea que esto solo es cuestión de… eficiencia? -solté una risita-

-Tom: he pasado perfeccionando mis encantos y hasta ahora no encuentro a la mujer perfecta

-Tu: ¿y estas dispuesto a conformarte con una imperfecta?

-Tom: ¡no!, tu no eres imperfecta en absoluto -respiré profundo- ¿sería tan malo intentarlo? ¿Qué tenemos que perder?

-Tu: somos personas diferentes, tu ya no me conoces -la mire a los ojos-

-Tom: te conozco lo suficiente, sé que nos iría bien juntos, dame la oportunidad de demostrártelo.