Capítulo 2: Poder

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A medida que el viento se movia, este se llevaba consigo el ruido del impacto de los kunai a varios puntos marcados, todos acertados en el blanco, alrededor de todos esos árboles con dichas marcas se encontraba Anissa.

-Genial... ningún fallo- dijo alegremente con su puño levantado en símbolo de victoria.

-Ahora lo intentare con los ojos cerrados- Issa tomo de nuevo varios kunai entre sus dedos, dió un suspiro y cerro sus ojos para meditar su acto, seguido de esto saltó y con gran rapidez lanzo los kunai, acertando en el blanco una vez más.

Abrió sus ojos de nuevo pero ahora con el sharingan de 2 tomoes activo, de un rápido y ágil movimiento saco un shuriken de su pequeña portaarmas y lo lanzo hacia lo alto del tronco de uno de los árboles.

-No deberías espiarme... Itachi...- la niña se encontraba realmente molesta, no le gustaba ser observada mientras entrenaba.

-Rayos... creí haber ocultado bien mi chakra...- bajaba del árbol un tanto frustrado y analizando el porque lo habían descubierto.

-Te recuerdo que tengo habilidades sensoriales- dijo con obviedad. -te detecte desde mucho antes de que te escondieras en ese árbol- una sonrisa burlesca se dibujo en el rostro de la pelinegra, cerró sus ojos para desactivar su sharingan.

-Eres una presumida... además yo no te espiaba...- se cruzó de brazos, haciendo una mueca en el rostro.

-Si, lo que digas- abrió sus ojos de nuevo, negando con gracia. -y dime, ¿qué te trae por aquí?, pensé que andabas en una misión- entrecerro sus ojos mirándolo sospechosamente.

-Voy llegando, de hecho... llegué por allá- se descruzo de brazos y señaló una parte muy cercana al lugar en donde estaban. -por eso es que me di cuenta que estabas entrenando y bueno quise ver qué tal te iba- observó los árboles a su alrededor. -¡Vaya!... has mejorado bastante Issa- se sorprendió al ver todos los kunai acertados en el blanco.

-Mmm, hago lo que puedo- se encogió de hombros sin importancia. -aunque quisiera entrenar más mi nuevo jutsu... el que me enseñó nii-san- dijo bastante emocionada y con un brillo en sus ojos.

-¿Cuál jutsu?- Itachi estaba un poco confundido.

-Este- Anissa con una sonrisa en el rostro, hizo una posición de dedos y llevándolos a la altura de su rostro, en cuestión de segundos desapareció.

-Asi que Shisui-san te enseño el shunshin no jutsu... veremos qué tan veloz eres- una leve sonrisa se dibujo en su rostro, repitió la misma posición de dedos y desapareció de la misma forma.

-¡Muerde el polvo Itachi-kun!- grito al ver al pequeño corriendo detrás de ella y a nada de alcanzarla. -jamás me ganarás...- hizo una sonrisa maliciosa y aceleró su paso aún más.

-No me subestimes Issa-chan...- este sonrió al ver cómo la niña dejaba de verse y aprovechó también para acelerar su paso y no perderla de su rango de visión.

Ambos niños iban tan rápido con el shunshin que apenas podían distinguirse, sin duda entrenar y competir contra alguien era mucho más interesante y productivo para desarrollar al máximo sus habilidades que en solitario.

-ja, ¡te gane!- la pelinegra paro en seco en uno de los límites de la aldea con la respiración agitada.

-Tuviste suerte de que viniera cansado...- el niño de coleta se dejó caer al suelo de golpe con su respiración igual de agitada.

Ella asintio. -Eres bueno Itachi-kun, lo admito, pero esta vez la suerte no estuvo de tu lado- extendió su mano para ayudar al azabache a ponerse de pie con una sonrisa.

El hilo rojo (Itachi Uchiha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora