Capítulo 9

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Antes de las 9 de la noche, los juniors terminaron la primera parte del castigo. Salieron de la biblioteca cansados, hambrientos y adoloridos. Querían llegar a sus respectivas habitaciones para poder descansar un poco.
En el camino se encontraron a Wei Wuxian y Jiang Cheng, ellos venían caminando sobre algún tema bastante importante. Los dos orgullos de Yunmeng observaron a los juniors y siguieron su camino; eso les sorprendió, pero decidieron no comentar sobre el tema.

JingYi se quedó mirando al ex Patriarca Yiling por varios minutos, Wei Wuxian notó la mirada de alguien y se giró para ver quién era. Al ver la mirada que el menor le dirigía, entró en una pequeña batalla interna. En primer lugar, quería ir y consolar a su niño, pero aún tenía miedo.
Podía ver el arrepentimiento en sus ojos, aunque no sabía si confiar.

Jiang Cheng y los demás juniors notaron como alguien les faltaba.
Los juniors se giraron en busca de JingYi, y Jiang Cheng en busca de su hermano. El ceño se les frunció a los cuatro, pero por distintas razones. A los juniors les molestaba que JingYi mirara por tanto tiempo a ese... Ese... ¡Maldito!
Mientras que a Jiang Cheng, le molestaba que Wei Wuxian aún sintiera ese cariño maternal. Decidió que lo mejor era sacarlo de esa ensoñación.

—¡Wei Wuxian! —exclamó cruzándose de brazos—. Vamos, llegamos tarde.

El mencionado asintió, vió por última vez a JingYi y giró sobre sus talones dirigiéndose a su Shidi. JingYi bajó la cabeza mordiéndose el labio, tenía una ganas de llorar enorme, no le gustaba esto. No le gustaba estar tanto tiempo sin el cariño de Wei Wuxian.
Al que más le enfureció eso fue a Jin Ling.

—¿¡Qué haces mirando a ese maldito asesino!? —exclamó haciendo que Jiang Cheng, Wei Wuxian y varios que estaban ahí se giraran a verlo. Varios discípulos Lan lo observaron con molestia, podía ser el líder de LanLing Jin, pero no tenía el derecho de llamar así a su mayor.

—Y-yo...

JingYi no sabía que responder a eso, y las miradas de todos no ayudaban. En el camino venía Lan Qiren junto con sus dos sobrinos y el padre de Ouyang Zizhen, quién traía consigo al líder Yao.

—¡Responde! —exclamó Ouyang Zizhen acercándose a JingYi. Este aún seguía manteniendo la cabeza gacha siendo observado por un molesto Wei Wuxian.
El ex Patriarca Yiling se fue acercando, estaba furioso y todos podían notar la energía resentida salir de él. SiZhui tenía una batalla interna, no sabía si ayudar a su amigo o exigirle también.

Qiren negó decepcionado, Xichen y Wangji apretaban los puños, los únicos que parecían disfrutar eso eran el líder Ouyang y Yao. Fue la risita de este último lo que provocó el enojo del gran Hanguang-Jun.
Jin Ling y Zizhen iban a seguir exigiéndole a JingYi explicaciones, pero un furioso Wei Wuxian se puso delante de ellos. El mayor los miraba con rabia para nada contenida mientras que dirigía una de sus brazos para asegurar el bienestar de JingYi.

Los adultos querían intervenir, tenían miedo de que Wei Wuxian volviera a salir herido por culpa de esos mocosos, pero lo que pasó los sorprendió a todos.

—El comportamiento de ustedes dos es realmente decepcionante —comenzó a decir mirando a dos jóvenes eufóricos—. ¿Creen que están en sus sectas como para venir a exigir algo? Recuerden que aquí ustedes solo son invitados, cómo mucho estudiantes. No pienso tolerar algo así.

El asombro estaba pintado en la cara de todos, por primera vez después de algunos días, Wei Wuxian fue capaz de hacerle frente a esos mocosos. Aunque aún les molestaba el que los siguiera protegiendo.

—¿¡Quién te crees que eres!? —bramó Jin Ling.

—Tu superior —respondió el ex discípulo de Yunmeng con frialdad.
Una sonrisa se formó en el rostro de Jiang Cheng mientras negaba con la cabeza.

—¡Wei Wuxian! —gritó el líder Yao—. ¿¡Quién eres tú para hablarle al líder de una gran secta de esa manera!?

El mencionado no lo miró, su vista siguió fija en el hijo de su Shijie.

¿Por qué?
Shijie, no entiendo. Ayúdame a entender el porqué de todo esto.

Jiang Cheng resopló y caminó hasta quedar a una distancia prudente del líder Yao.

—Wei Wuxian es su tío, puede hablarle como quiera —respondió el portador de Zidian—. Usted no es quien para cuestionar el habla de mi hermano, Jin Ling es un mocoso caprichoso que debería saber que no está en LanLing Jin o Yunmeng.

El líder Yao iba a replicar otra cosa pero fue detenido por la mano del primer Jade.

—Será mejor que escuche, líder Yao —habló Xichen con esa sonrisa amable.

—Mi sobrino puede ser el líder de LanLing Jin y todo eso, pero aún sigue siendo un mocoso, cuando aprenda a comportarse como se debe... Ahí si puede llamarlo líder Jin, mientras tanto va a seguir siendo jóven maestro Jin, ¿Comprende? ¿O quiere que use a Zidian?

—Comprendo, Líder Jiang —contestó asustado. El susodicho asintió y se giró, la cabeza comenzaba a dolerle.

El ex Patriarca Yiling observó de reojo a un pequeño JingYi, soltó un leve suspiro mientras se agachaba para quedar a la altura del adolescente. El menor no lo observaba, pero sentía la mirada del mayor en él.
De repente, se vió rodeo por un pequeño abrazo maternal. Soltó un leve sollozo y escondió su rostro en el pecho del Patriarca.

—No puedo confiar en tí —susurró para que solo JingYi pudiera escuchar—, pero en un futuro puedes intentar ganarte mi perdón y confianza.

Wei Wuxian separó un poco al más pequeño, lo observó con ternura y limpió sus lágrimas. Odiaba ver llorar a sus polluelos.

—¿Lograré hacerlo? —preguntó temeroso, lo que sacó una carcajada del Patriarca.

—Claro que sí —respondió—. Solo prométeme que no me vas a decepcionar.

El joven Lan asintió, no volvería a decepcionar a Wei Wuxian.
Lan Wangji negaba con la cabeza, su esposo no cambiaba.
Qiren se aclaró la garganta haciendo notar su presencia.

—El castigo aumentará a un mes más, dele las gracias a sus amigos, Joven JingYi.

Con eso, Lan Qiren se retiró dejando a cuatro jóvenes molestos. Tres de ellos culpaban a la persona que estaba a centímetros, el otro culpaba a sus amigos.
El líder Ouyang resopló con molestia mientras observaba a Wei Wuxian con desprecio. Este sintió la mirada del otro, y lo observó con aburrimiento.

—Creo que será mejor ir a cenar —mencionó Xichen tomando a su esposo por la cintura. Sonrió cuando el menor le dió un manotazo, pero no escuchó queja alguna de su parte.
Wangji copió la acción de su hermano, pero él alejó a su esposo de los juniors. Ahora se había arrepentido de quitar los latigazos.

—Vamos, vamos —ordenó el Patriarca caminado hasta el comedor siendo seguido por todos. El susodicho miró a su esposo, mañana se lo llevaría de cacería nocturna.

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Nuevo capítulo.
¿Quieren el extra sobre el secreto que Xichen y Wangji guardan?
Comenten.
Los quiero.

Las aventuras de A-Yang, y los celosos juniors[ACTUALIZACIONES LENTAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora