En el momento que llegaron a QingHe Nie, HuaiSang explotó contra su esposo.
—¿¡Qué fué todo eso, Song ZiChen!? —preguntó arrojando su abanico—. ¿¡Sabes siquiera lo que acabas de ocasionar!? No, no lo sabes.
»Estás tan perdido en el pasado que no eras capaz de ver más allá. Pensé que serías capaz de superarlo, pero no fué así y me siento un maldito estúpido por dejar que siguiera pasando.
Song Lan se mantuvo callado, sabiendo que si decía algo, las cosas empeorarían más de lo que ya estaban. Muy en el fondo, sabía que su esposo tenía razón por más que no quisiera aceptarlo.
Podía ver cómo HuaiSang, intentaba mantener la poca compostura que le estaba quedando. Sabía que seguir pensando en Xiao XingChen y lo que eso ocasionaba en su joven esposo. Sin embargo, admitía que le era imposible no hacerlo.
Por ende, en parte entendía el enojo de HuaiSang, no obstante, también quería que el menor entendiera su posición. Xue Yang era un maldito asesino, no importaba si ahora era un simple niñato.
Para HuaiSang las cosas era diferentes, la ceguera enfermiza de su esposo lo ponía enfermo a él. Lo cual era bastante cansador. Por eso, no podía dejar las cosas así, necesitaba un indicios de que no se equivocó al casarse con Song ZiChen.
—Te lo vuelvo a repetir, ZiChen —murmuró bajo—. ¡¿Eres siquiera consciente de lo que acabas de hacer!? —preguntó, una vez más, con rabia.
—No es necesario el exaltamiento —respondió, Song Lan.
—Acabas de arruinar todo, Zichen, no vengas con eso ahora.
Y eso, sentenció un poco la relación de los dos. Por ende, él, cómo líder de QingHe Nie, debía tomar una drástica decisión.
Sabía que a su marido no le gustaría para nada, pero él lo había llevado a esto. ZiChen tendría que elegir.
No iba a dejar que un error así, manchara la imagen se su secta.
La mañana en GusuLan se sintió sombría. Luego del crímen que había cometido Song ZiChen, ningún discípulo se había despegado de Lan Yang por temor a que le pasara algo o le hicieran algo.
Estaban detrás de él, cómo sí de su sombra se tratasen. Esperando atentos a cualquier tipo de movimiento dirigido hacia el menor.
JingYi era el más preocupado de todos, y quién menos se separaba de Yang. A dónde el pequeño Lan iba, el joven adolescente lo seguía.
En principio, no había entendido el porqué de su preocupación con el menor, hasta que un pequeño recuerdo llegó a su mente. El momento en donde conoció al sanguinario Xue Yang.
Luego de volver a vomitar la comida de Wei WuXian, los juniors y el anterior mencionado, se encontraron a un invitado interesante, Xiao XingChen.
Sin embargo, y al momento de su pronta recuperación, WuXian se dió cuenta de que era un un impostor. Y no cualquiera para rematar.
Hubo algo en Xue Yang, que había llamado la atención de un joven JingYi. Sin embargo, se decepcionó cuando Wei WuXian, en ese entonces, Mo XuanYu, decidió quedarse con el cultivador a solas. Lo que provocó un malestar en él, sin razón alguna.
Con el paso del tiempo, JingYi intentó buscar alguna respuesta, fallando en todo momento. Pero ahora, que tenía a un pequeño Xue Yang, se sentía completamente inmoral. Y qué el menor estuviera con él constantemente, tampoco ayudaba.
Cómo en el caso de ahora.
—Yi-ge —llamó Yang, con un pequeño puchero.
—Dime —murmuró JingYi, en respuesta.
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Las aventuras de A-Yang, y los celosos juniors[ACTUALIZACIONES LENTAS]
FanfictionNunca hagas algo de lo que después podrías arrepentirte. Fue en una cacería nocturna cuando los juniors en un momento se frustración le gritaron cosas al ex Patriarca Yiling. "¡No eres nada de nosotros!" "¡No eres nuestra madre o padre para decirnos...