Silent Shadow (Libro 1) [Finalizada]

Parte 2

Un suave aullido de viento viaja por el aire. El joven warper se balancea lentamente hacia adelante y hacia atrás, consciente de lo cerca que estaba del borde. A Kuro normalmente no le gustan las alturas, pero esta azotea en particular se siente sorprendentemente segura. Lo encontró poco después de su llegada, tratando de escapar de Shigaraki durante una de sus rabietas. Es uno de los pocos lugares en los que se siente seguro en este mundo. El espacio abierto es tan diferente del mundo en el que nació.

Kuro cambia su enfoque hacia adentro. Aunque ya no está en la habitación, todavía sueña con eso. Sueña con muchas cosas. La sensación de las llamas contra su piel, el sabor de la sangre, un chico gritando con ojos tan rojos como su marcador favorito. Sin palabras, sin explicaciones.

No sabe lo que significan, pero son importantes. Sagrados. Tiene la sensación de que revelar estos sueños podría llevar a más preguntas de Sensei, por lo que los mantiene en secreto. Si bien prefiere mucho su vida aquí a la habitación, no está exenta de dificultades.

Intenta pensar en lo positivo. Shigaraki ya no está tratando activamente de matarlo como lo hizo cuando Kuro llegó por primera vez, pero el resentimiento persiste como una herida abierta. Sabe que ha interrumpido la rutina del otro chico. Es como Sensei en cierto modo: Kuro nunca sabe cómo va a reaccionar el chico mayor.

Hablando de eso, el contacto del joven warper con su líder es mínimo en el mejor de los casos. Kurogiri hace la mayor parte de los informes sobre su progreso con su Quirk. Siguiendo los sonidos que hace el otro, no está a la altura de los estándares de Sensei, pero al menos no se desquita con Kuro. Sin embargo, se siente mal por su maestro. Kurogiri no ha hecho nada malo. El chico suelta un suave suspiro. Es culpa suya.

No es como si estuviera ciego a su inutilidad. La vergüenza se adhiere profundamente a su ser. Apenas sabe cómo usar su Quirk todavía. Los conjuntos de poderes de él y de su maestro son similares, casi idénticos en realidad, aunque el de Kuro no es tan poderoso o estable. Incluso moverse de un lado a otro de la habitación le cansa mucho y mantener la conexión abierta, bueno, es más fácil decirlo que hacerlo.

Kurogiri dice que lo imagines como una línea telefónica, conectando una llamada a la otra. Hasta ahora hay una sensación de tirón cuando uno abre una línea. Pero, ¿Cómo se estabiliza la conexión? Y además, ¿Cómo se puede mantener abierto más de un portal al mismo tiempo?

Tamborilea con los dedos sobre su tablero de escritura. ¿Tiene algo que ver con él? ¿Quién era antes de la habitación? El Doctor dice que nació allí, pero ya es un adolescente. Al menos, él cree que lo es. Se siente como uno.

Su mirada se desvía hacia abajo. El manto de la noche resalta los extraños zarcillos humeantes que se elevan de su cuerpo. Cuando cierra los ojos, se imagina los brazos sólidos y pálidos, salpicados de pecas donde el sol los besó por última vez. Cuando abre los ojos. . . bueno, no es como si no notara las miradas que la gente le da cuando hace recados para Kurogiri. Las peores miradas son las de los niños, asustados e inseguros por su extraña apariencia. No puede culparlos. Incluso él está nervioso por lo que ve en el espejo, sin rostro o rasgos discernibles además de sus ojos. A veces lo aturde, la persona en su reflejo. Él sabe, intelectualmente, que es él, pero hay una sensación en la parte de atrás de su cabeza, gritando que algo no está bien. Ha intentado palpar su rostro una vez antes, pero sus manos son incapaces de sentir nada de detalle. Es como si hubiera una barrera invisible.

Se recuesta contra el techo. ¿Qué es exactamente él? ¿Por qué se parece tanto a su maestro? Estas preguntas y más se arremolinaron en su mente. Casi no se da cuenta del suave empujón en su hombro. Se congela antes de darse cuenta de quién era.

"¿Qué estás haciendo aquí arriba?" El warper mayor pregunta. Kuro sospecha que la expresión de su rostro es de buen juicio. Si Kuro entrecierra los ojos, puede ver el bar al otro lado de la puerta de deformación. Con cuidado, el hombre se sube a la superficie de azulejos, la madera cruje bajo su peso. "¿Y por qué no estás en la cama?"