Campo de Rosas ✗ ❪Chaennie❫

11

Hoy era un día tranquilo para Rosé. Su padre prepararía la comida en el patio, en la parrilla.

Rosé se encontraba recostada contra el cuerpo de Jennie, sentada en su regazo. Estaban en el gran sillón del patio, los perros y gatos rodeaban a Heechul, intentando robar algo de la carne. Momo estaba adentro preparando lo necesario para el almuerzo, haría un poco de fideos para acompañar.

De la tranquilidad, Rosé se podría dormir, Jennie acariciaba suavemente su cabello, rodeando el cuerpo Rosé con sus manos. Rosé se encontraba con su cara en el cuello de Jennie y sus ojos cerrados, mientras Jennie balanceaba un poco sus cuerpos, parecía que quería hacer dormir a un bebé.

Hoy era uno de esos días donde la tranquilidad se presentaba, el sol era agradable y el agua estaba perfecta para un chapuzón.

––No te vayas a dormir Rosie –

––Mmm, noo, claro, que no..– la voz de Rosé se escuchaba adormilada, acomodándose en el regazo de Jennie.

––Rosé...–

Rosé río, empezando a besar un poco el cuello de Jennie, empezó con pequeños besos, pero después un poco más profundos.

––Me estas haciendo cosquillas –

Rosé sonrió, dejando a un lado el cuello de Jennie y acercando sus labios a los de Jennie, en un calmado beso.

Momo que venía con una bandeja de fideos pensó: "¿interrumpo? No, sería descortés... Pero me estoy quemando con esto en mis manos... ¿Qué hago, qué hago?" Momo decía en su cabeza, aún con la caliente bandeja en sus manos, moviendo sus pies de un lado al otro.

Justo en ese momento, Heechul se acercó, llamando la atención de las tres mujeres.

––Ya casi está la carne, vamos –

Momo tomó la oportunidad, corriendo rápidamente para dejar la bandeja.

Ante al llamado, Jennie empieza a picar con sus dedos el cuerpo de Rosé, haciendo que esta ría.

––Muévete Rosé, tengo hambreee –

––No, me quedaré aquí –

––Te tiraré –

––No serías capaz... –

Cuando Rosé cree que Jennie la empujará, siente sus labios presionados contra los de Jennie, relajándose en el acto. Ante eso Jennie toma ventaja, empujando a Rosé y dejándola en el sillón.

––Perdón Rosé ¡Tengo hambre! – Rosé escuchaba la voz de Jennie a lo lejos, mientras se levantaba.

––¡No te culpo Nini! –

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Rosé y Jennie se encontraban en el cuarto de juegos. Estaban en una intensa partida de futbolín. Eran aproximadamente las tres de la mañana y ninguna de las dos tenía sueño, entonces intentaban hacer el menor ruido posible.

––Noooo... – Rosé decía en un susurro, perdiendo la partida.

––Siiii...– Jennie decía de igual forma, acercándose para abrazar a Rosé.

Rosé intentó resistirse, lo cual duró solo unos segundos, abrazando a Jennie de igual forma.

––¿Quieres ir afuera un rato? – Jennie decía, colocando uno de los mechones de cabello de Rosé detrás de su oreja, con un tacto cariñoso.

––Está bien – Rosé decía, acomodando su cuerpo contra el de Jennie.

––Tendremos que tener cuidado en no despertar a los bebés – Jennie decía, al entrar a su cuarto, topándose con los perros y Hank acostados alrededor.