005: quinta parte

195 29 10
                                    

— Buen día señorita Arendelle. – escucha Elsa, aquella voz hace eco en su oficina y abre los ojos en grande, siente sus ojos picar al reconocer aquella voz.

Ahí se encontraba Anna, con su típica ropa casual y su bolso, la pelirroja le sonreía contenta.

No esperó más y corrió a abrazar a su hermana menor con cariño, de verdad que la había extrañado, su hermanita era su tesoro más preciado, a pesar de ya ser mayor de edad la actitud de Anna seguía siendo infantil sin exagerar y risueña.

— No tienes idea de cuánto te extrañe Ann.. – murmura Elsa con una expresión nostálgica, Anna acaricia su cabello suavemente. Ambas hermanas habían sido inseparables desde pequeñas, y ahora que una de ellas se había ido de luna de miel habían sido meses interminables.

Toma la mano de Anna y la acompaña a sentarse en la pequeña sala de estar que se encuentra en una esquina de la oficina, Elsa seguía sin saber que decir por lo que esperó a que su hermana hablara.

— ¡Vas a ser tía! – exclama contenta dando saltitos en su lugar. Anna quería darle una sopresa a su hermana, llegar de incógnita a la empresa, incluso sobornó a la asistente de Elsa para que no le avisara de su presencia, todo había resultado perfecto.

Los ojos de Elsa abren por la sorpresa, no pensó que en tan poco tiempo su hermanita ya estuviera esperando un bebé, vaya que Kristoff no había demorado tanto.

— ¿Q-que dices? – cuestiona aún consternada. – ¿Un bebé? – no lo había imaginado, un secreto que nadie sabía, era que amaba a los niños, en especial a los bebés, amaba encontrárselos en las calles y pedir permiso para tomarlos en brazos, claro que recibiendo elogios de los padres y queriendo algunas fotografías con ella, no le molestaba en absoluto, le gustaban los bebés.

Anna asiente con una sonrisa.

— Antes de regresar de la luna de miel, comencé a sentir los síntomas, Kristoff estaba demasiado preocupado por lo que decidimos regresar cuanto antes a Chicago, no fue hasta entonces que fuí a hacerme un chequeo con un doctor, me confirmó mi embarazo, debiste ver a Kristoff, creí que se iba a desmayar. – comenta entre risas.

Elsa sonríe levemente. A pesar de no demostrarlo, realmente estaba emocionada por su hermana, en  unos meses sería tía y se encargaría de cuidar con su vida a aquella criatura, sea lo que sea, podría ser una persona cruel y soberbia, pero con los suyos jamás podría serlo.

Celebraron juntas en aquella oficina, Anna no tardó en  pedirle algunos bocadillos a Thooth debido a los antojos, la pelinegra sin entender observó a su jefa, quien hizo una seña en su abdomen, comprendiendo de inmediato aquello felicitó a la menor de los Arendelle y salió para traer la comida.

— Te recuerdo que es mi asistente , no tu esposa para que esté cumpliendo tus antojos. – se burla Elsa sirviéndose una copa de whiskey en la mesa del centro de la sala. No le molestaba que Anna usara a su asistente para ello, de hecho estaba más que dispuesta a que usara a Kristoff.

— No me juzgues, solo tengo hambre, desde antes de venir a Chicago tenía unos antojos demasiado extraños, Kristoff sabe que es normal el que yo tenga gustos extraños, aún si no estuviera embarazada, de igual forma se merece un descanso.

— Así es, pero él no estaba enterado de tu embarazo. – responde Elsa tomando un largo trago de su whiskey, carraspea levemente debido al sabor y deja el vaso de vidrio en la mesa. Anna la observa con brillitos en los ojos y responde con una negación de cabeza. – No puedes tomar Anna.

— ¡Elsa! Llevo más de un mes solamente, hace varios días que no pruebo alcohol. – se queja la pelirroja frunciendo su ceño, aún retorciéndose en el sofá Elsa no cede a sus chantajes tomando la botella de vidrio y dejándola a una distancia prudente de su peligrosa hermana.

HATE ME - JELSA FANFICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora