No puedo decir que mi vida era perfecta pero tenía una vida cómoda.
Mis papás y yo vivíamos en un lugar muy alejado de la ciudad, ya que mi padre se dedicaba a la caza de animales. Creo que nunca me convenció mucho la idea de que lo hiciera pero yo no podía hacer nada para cambiarlo.
Vivíamos en una cabaña de madera en medio del bosque. No quiero quejarme ya que me gusta la tranquilidad pero hay veces que el silencio llegaba a hartarme. Desde que tengo memoria no salgo mucho de casa, mamá decidió enseñarme desde casa, ya que por alguna razón no confiaba en los métodos de escolares.
El único lugar que visito seguido es la casa de mi abuela, que vive a 10 minutos de aquí, pero de ahí en más no salgo mucho y creo que esa es la razón por la que no tengo muchos amigos.
No les voy a mentir y decir que no me aburro seguido, pero siempre encuentro alguna manera de mantenerme entretenida y no caer en la locura.
Desde siempre mis padres han sido muy distantes de la gente. Creo que por eso prefieren vivir alejados de la ciudad, los hace sentirse más en su mundo y dicen que la vida aquí es mejor, fuera del ruido de la ciudad y la pesada rutina que todos siguen allá.
Las únicas reglas de la casa que son extremadamente importantes son:1. No ir al sótano ya que papá guarda sus armas para cazar ahí y podría ser peligroso para nosotros.
2. No salir de la cabaña después de las 10
3. No salir de nuestras habitaciones en la noche.
Nunca tuve muy clara la tercera regla pero mis padres eran extremadamente estrictos con ella.
Nunca podía hacer demasiadas preguntas ya que siempre cambiaban rápidamente de tema.Hoy es un día muy importante para mi ya que finalmente habrá nuevos vecinos.
En esta temporada estuvieron construyendo una cabaña al lado de la nuestra y creo que por eso mis papás han estado más estresados de lo normal. Creo que no les agradó la idea de que haya alguien nuevo viviendo cerca de nosotros. Pero para mi es una idea fantástica, ya que escuché a mis padres hablando de que al lado iban a vivir unos chicos de mi edad. Esta era la oportunidad perfecta para hacer amigos, o eso espero.Esta mañana me levanté muy temprano a causa de los ruidos que había afuera y lo primero que vi fue como los nuevos vecinos estaban por fin trayendo todos sus cosas.
Y ahí, por fin vi. Había una niña de mi edad, era muy bajita y su pelo era de un color rojizo parecido al fuego y al lado de ella había un chico mucho más alto que ella.
No se si sintió mi mirada, pero se volteó hacía mi ventana y nos quedamos viendo unos segundos que parecieron eternos.
Sus ojos verdes eran unos de los más bonitos que había visto. Eran de un verde mucho más oscuro que el que yo tenía.No sabía de donde había sacado mis ojos verdes ya que mis padres los tenían café oscuro, pero mamá siempre dice que tenía una familiar que los tenía igual a los míos, pero para ser honesta, nunca entendí todo eso de la genética.
Decidí arreglarme desde temprano para ver si mamá me daba permiso de ir a llevarles un postre a los nuevos vecinos.
Cocinar era una de mis cosas favoritas. Desde siempre tuve mucho tiempo libre y la cocina se volvió una de las mejores cosas para mi ya que allí podía estar sola con mis pensamientos.Me bañé lo más rápido que pude y agarré lo primero que vi en mi closet y bajé para empezar a preparar algo.
Me decidí por hacer unas galletas con chispas de chocolates. Empecé a preparar la masa y a prender el horno para poder meterlas.
Escuche un ruido que casi me hace soltar las charolas donde tenía preparadas las galletas.—Papá me has sacado un susto.
—Perdona, ¿qué haces despierta tan temprano?
—Quería preparar unas galletas para poder llevárselas a los nuevos vecinos.
—No creo que a tu madre le guste la idea.
—Lo sé, lo sé pero tiene que acostumbrarse a que ahora ellos vivirán aquí.
Por cierto porque estás tan manchado de sangre?Hizo una mueca muy extraña ya que no le gusta hablar mucho sobre su trabajo y era raro que yo le preguntara sobre eso.
—Ya sabes, trabajo. Me tengo que ir a cambiar para hacer unos encargos, no hagas nada sin antes preguntarle a tú madre.
Antes de que respondiera salió rápidamente de la cocina.
***
—¿Mamá por qué no?, solo quiero ir a saludarlos.
—Iris ya te he dicho que no mil veces, por favor deja de insistir.
Llevábamos media hora discutiendo ya que no me quería dejar salir.
—Te prometo que solo quiero llevarlas y ya. Antes de que pudiera terminar de hablar, se escuchó el timbre de la casa.
—Yo abro— grité mientras corría a la puerta.
Abrí la puerta y ahí estaban ellos.
—Hola, somos los nuevos vecinos–me dijo la niña pelirroja que vi en la mañana.
—Hola soy Iris ,bienvenidos.
No podía dejar de mirar al chico, no se si era porque no estaba acostumbrado a ver muchos chicos en persona, pero se dio cuenta de mi mirada y sentí como me subía la sangre a las mejillas.
—Muchas gracias, yo soy Chiara él es mi hermano Luca solo veníamos a decirte que mi mamá tenía muchas ganas de invitar a tu familia hoy a cenar para que podamos conocernos un poco.
—Nos encantaría— contesté con una sonrisa.
—Bueno, perfecto, nos vemos a las ocho.
Antes de que pudiera cerrar la puerta.
Escuché la voz ronca de Luca.—Tienes un poco de harina en la cara.
Y sentí como me sonrojaba por segunda vez en cinco minutos.
***
-Estás loca Iris, ¿Cómo se té ocurrió no preguntarnos antes?-Mamá relájate, solo es una cena.
-No me dan buena espina- me contestó molesta.
Que raro, nunca nadie le daba buena espina.
Esperaba que todo saliera bien, esta noche tenía que ser perfecta y no quería que mis padres arruinaran nada como de costumbre.
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I R I S
Mystery / ThrillerTodo estaba bien, o eso era lo que yo creía. Hasta que los secretos salieron a la luz donde ya no podían quedarse. Quise culparlo a él pero me engañaba a mi misma de la verdad, creyendo que él era el mal.