I R I S

Capítulo 9

Luca

Justamente cuando estaba trepando hacia mi ventana, vi como el coche de mis padres, se estacionaba frente a mi casa, tendría que ser más rápido si no quería que me descubrieran.
Seguí escalando, hasta que sentí la ventana con mis manos.Chiara la había dejado abierta para mi, con un gran impulso coloqué mis manos en el borde y me impulsé para subir.Ya estaba entrando, cuando a lo lejos escuché los pasos de mis padres subiendo por las escaleras, no se como logre subir a mi cama y hacerme el dormido, porque me caí demasiadas veces para poder llegar ahí.Llegue justo a tiempo antes de que ellos pudieran abrir la puerta.

—Te dije que los dos estarían dormidos— escuché la voz de mi madre.

—Bueno, les contaremos mañana— le respondió mi padre.

<<¿Contarnos que?>>

                         ***
Iris
Pude haber seguido durmiendo, pero las caricias que sentía en mi cara y los rayos de sol que entraban por mi ventana me lo impedían. Poco a poco fui abriendo los ojos y vi que mi madre estaba sentada en el borde de mi cama con los ojos llorosos.
Lo peor de todo es que yo ya sabía que iba a decirme y yo no podía decir nada ya que se enteraría que había estado en casa de la abuela. Hoy no tenía ganas de esto, no me salían lágrimas.
Es un tipo diferente de dolor cuando ya no lloras.
Todo lo qué haces es respirar profundamente y aceptarlo.

—Iris, despierta—susurró mi madre.

Solo la voltee a ver a los ojos, ya que sentía el inmenso nudo formándose en mi garganta.

—Tu abuela ha muerto.

Lo soltó así de repente, como si nada.
Como vio que no decía nada, continuo hablando.

—Se cayó de la escalera y se golpeó fuertemente en la cabeza, cuando la encontraron ya era muy tarde para ayudarla.

Es doloroso escuchar algo qué tal vez estabas mejor sin saberlo y termina arruinado toda la paz mental que tenías.

Me estaba mintiendo en mi cara, yo ya no podia con mas secretos, me iba a explotar la cabeza.
Me levante de mi cama y me encerré rápidamente en el baño.
En seguida, escuché los golpes en la puerta y la voz de mi madre exigiendo que le abriera.
Estaba claro que no se iría sin que le abriera la puerta,así que lo hice.

—¿Qué quieres?

Sentí el impacto en mi mejilla, cuando me abofeteó la mitad de mi cara.

—No me vuelvas a hablar así, o tendremos problemas.

—¿Como quieres que te hable, si me acabas de decir que se murió mi abuela?

—Yo no tuve la culpa de nada, así es la vida y la gente muere.

Ese no era el problema. El problema era que por primera vez, me daba cuenta de la clase de monstruos que eran mis padres, quien sabe desde cuánto tiempo me llevaban ocultando cosas.

—Ya deja de llorar, es cansado que te pongas así.

<<Respira, respira>>

—No se te ha ocurrido, ¿que yo también estoy cansada?, ¿que también  tengo problemas? Y qué hay veces en que no puedo ser la persona feliz que quieres que sea? y perdóname si eso te enoja o te hace sentir mal, pero soy un humano y tengo permitido estar triste o a estar enojada, está permitido que muestre más de una emoción, no puedo estar siempre feliz, así que ya para.
Por favor deja de pedirme que esté feliz, porque voy a fallarte.

Solté todo y sentí como mi cuerpo empezaba a alterarse, hace mucho tiempo que no decía lo que sentía y era liberador.
Por primera vez había dejado a mi madre sin palabras.
Poco a poco fue retrocediendo, hasta que salió de mi habitación.