Recuerdos de antaño

8 1 0
                                    


La noche había caído en la ciudad dorada. Entre las casas y las farolas que iluminaban las calles entre una multitud de dioses dos figuras avanzaban entre los millares. Perdiéndose entre su absoluta multitud.

Un anciano búho de plumas cafés con puntas doradas acompañado de una figura pequeña de aspecto humanoide y de constante brillo blanco. Ambas figuras avanzaron hacia una bulliciosa sección de la ciudad. El aire se puso pesado y el olor al humo se hizo presente mientras los sonidos se volvían fuertes y rítmicos.

Los braseros de bronce decoraban el distrito. Mientras a la distancia aparecía iluminado por farolas de fuego una taberna. Y arriba de la puerta de madera hermosamente tallada y trabaja el nombre de este recinto tallado en piedra:

[Warriors of the world]

La taberna más famosa de la ciudad de Argo. Un recinto sagrado en donde los grandes artesanos y aprendices vienen a festejar o relajarse después de un día de trabajo aunque a veces suelen aparecer un variopinto grupo de entidades salidas de diferentes partes algunas más lejanas que la realidad conocida.

Las puertas se abrieron y las dos figuras entraron entre el bullicio de entidades que charlaban competían, peleaban y algunos simplemente habían caído demasiado rápido ante la legendaria cerveza rompe truenos y el hidromiel rojo.

Ambos se sentaron. El dios búho inhalo el aire y se relajó mientras su acompañante permanecía tieso e incómodo pendiente de cada ser en la taberna sopesando cualquier peligro y fijándose en cualquier apertura la cual pudiera usar para escapar.

-relájate joven aprendiz, casi pareces demasiado estresada- dijo el búho mientras un mesero venia tomar las ordenes de ambos que simplemente se tradujeron en alcohol en pequeñas dosis para él.

-lo....lamento mi señor es que ha sido una semana ajetreada en la biblioteca-respondió la voz melodiosa en un cantico pacifico- perece que en la facultad han aumentado el números de tareas y no me hallo en la capacidad de atender tanto público- su voz aunque bella y etérea sonó estresada y simplemente ordeno-tráiganme el Big .....si no es mucha..... molestia-el camarero levanto una ceja sorprendido y asintió. Mientras ella bajaba la cabeza avergonzada.

El dios búho la miro con sus ojos amarillos mientras aun no podía creer lo que había visto y oído-joven Liriin está segura de esta decisión, he visto a dioses caer con menos-

Su joven asistente le sonrió levemente o eso creyó ya que su pelo color plata le ocultaba el rostro-no se preocupe maestro yo no quiero saber nada para mañana-ella se estremeció cuando una jarra de piedra golpeo una mesa.

¡Reúnanse Hermanos!

Una chica gato salto de su asiento mientras una sonrisa decoraba su rostro. Mientras que una multitud de seres hechos de piedra, metal, fuego, éter, energía. Dioses de todas las edades y géneros giraron sus cuellos hacía el orador un dios hecho de plata.

Su rostro aunque serio y sombrío no parecería incomodar a ninguno en la sala. Y su voz fuerte y profunda inspiraba un respeto monumental.

-¡Ho!-el dios búho se sorprendió al ver al joven entre la multitud-parece ser que también has venido a presenciar lo que ocurre una vez al año. No es un momento maravilloso para recordar a quienes se han ido y honrar al primero de los herreros-.

La niña pálida levanto una ceja mientras miraba a su maestro conversar con nadie.-ni si quiera ha llegado el alcohol. Pobre maestro- aparato la mirada mientras se limpiaba una lágrima y una sonrisa retorcida aprecia en su rostro. Este es mi momento para ascender en la fila y tomar el puesto de bibliotecario en jefe. NO, atrás pensamientos malignos. Mantente fiel en tu trabajo.

Relatos del BibliotecarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora