Me sobresalté de la cama porque el celular había sonado.
¡Joder! Un sueño húmedo inesperado.
– ¿Preparado? – preguntó Jongin mientras dejaba el maletín a mi lado. Asentí en silencio, me sentía algo distraído – ¿Te ha pasado algo? ¿Cambio de opinión? – preguntó triste, en realidad noté que no quería que me arrepintiera.
– Tuve un sueño frustrante – admití. El asintió de modo satisfecho, sabiendo que no me refería a lo del viaje.
– Tuve que imaginármelo, pensé que ya no querías el vuelo. ¿Qué era? – sentí mis mejillas arder.
– Una pesadilla.
– Pesadilla que fue causada por tus vecinos ¿no? – Asentí, correctamente – Con que tus vecinos tuvieron fiestas –sonrió perversamente.
– En realidad, los nuevos padres estuvieron discutiendo por mucho y…
– Y… Los homosexuales se destrozaron entre sí. Encantador Sehun, tuviste un sueño húmedo y podría decir que, por tu frustración, fue con un hombre.
– No vengas con porquerías, Jongin – bufé recogiendo el maletín. Escuché su carcajada suave.
– No es nada malo, sabía que eras gay. Venga, que te guardo el secreto
– Claro – respondí irónico. El negó con la cabeza mientras trataba de no reírse.
Luego de unos veinte minutos Jongin estaba sentado a mí lado esperando la hora de mi vuelo. Durante ese determinado tiempo me enseñó los mensajes obscenos que le enviaba a Kyungsoo. Admitió que ésta noche iba a tener una gran aventura con su amante. Me comentó la lista que tenía en mente para satisfacer a Kyungsoo, excitarlo hasta más no poder. Intentaba hacerle entender que no quería oír sus suciedades, hasta que terminé golpeándole el brazo.
Aún faltaba media hora para que mi vuelo avanzara. Pero Jongin no se callaba, así que decidí irme al embarque. Nos despedimos con un fuerte abrazo. Y terminó susurrándome: “Deberías aceptar una buena mamada y más de un hombre”.
—○—
Después de haber llegado a China, específicamente al aeropuerto de Hong Kong. Debía esperar unas dos horas, como mínimo. Llamé a Jongin para distraerme un poco, pero estaba justamente presentando los papeleos que arreglamos ayer tarde, por ese motivo me contestó Kyungsoo.
Estuvimos hablando por un par de minutos. Me comentó que él tiene buenos contactos en Nueva York así que me dio un aventón con una americana. ¡Cielos! ¡Mi primera y con una americana! Estaba totalmente emocionado con esa noticia tan excitante. Luego de un par de carcajadas más se tuvo que despedir para terminar unos informes de Jongin.
Paseé por todo el aeropuerto, visitando tiendas, me tomé un café, compré algunos pequeños recuerdos. Hasta que se me pasó, rápidamente, la hora y media. Me dirigí a la zona de embarque vi a cuatro auxiliares de vuelo o mejor conocido azafatos… Porque incluía hombres. Ahora que lo notaba, sus uniformes son, totalmente, hermosos. Hasta el del capitán de vuelo. Muy elegantes. Me senté cerca de mi zona de embarcación y había unos cuántos americanos con ojos azules y verdes rebotando en el lugar. Deseaba que la americana que estaba esperándome tuviera los ojos de color.
Luego me fijé que uno de los azafatos que me observó por unos escasos minutos, mientras tomaba su café. Llevaba el abrigo en su antebrazo, un maletín, una corbata azul, del mismo color que los pañuelos de las dos chicas que iban con él. Al notar que también lo observé me sonrió con una sonrisa sencilla, pero delicadamente hermosa. Le devolví el mismo gesto.
Al abordar, estaba buscando mi puesto que indicaba el ticket que me habían dado, anteriormente. Era un avión enorme. Tenía tres cabinas, primera clase, que sin duda, se veía bien cómoda, y las otras dos restantes cabinas, eran de la segunda clase, donde obviamente iba.
– Señor, ¿Necesita ayuda? – se me acercó el chico que había visto en la zona de embarcación, con una hermosa sonrisa. Al verlo le devolví el gesto entregándole mi ticket – Muy bien, sígueme. Por favor – los pasillos eran un poco estrechos, pasó por mi lado y nuestros cuerpos se tocaron inesperadamente. Una corriente imaginaria sopló por mi cuerpo, intenté omitir aquel sueño siguiéndolo en silencio. – Oh, señora. Permíteme ayudarla con el equipaje – Habló al ver a la señora intentar guardar su equipaje – Sígueme señor…. – se quedó un tanto pensativo.
– Sehun – terminé diciendo. El asintió indicándome que lo siguiera.
Por suerte mía, recorrí todo el avión, ya que mi puesto se encontraba casi al final, en la tercera cabina. Me acomodó el asiento, tomó mi maletín guardándola. Eso podía hacerlo ya que era lo suficiente alto para alcanzar el lugar, pero estaba siendo muy amable que no podía ser egoísta.
– Gracias… – también me quedé como hace unos él se había quedado. Me tendió una sonrisa.
– Luhan, por favor – Asentí, mientras lo veía alejarse. Me coloqué unos audífonos de música para relajarme un poco mientras esperaba que le vuelo tomara altura.
Si bien, veía a los demás pasajeros colocarse en los asientos tranquilamente. Mientras los azafatos iban de un lugar a otro, ayudándolos en algunas ocasiones. Vi al azafato que llevaba por nombre Luhan, llevando un señor al otro lado de la cabina. El americano insistía que por acá, cerca de donde me encontraba, se encontraba su puesto. Luhan hizo el esfuerzo de leer su ticket y le indicó que fuera al asiento que estaba a su izquierda. El Señor se le quedó viendo por unos minutos, mientras Luhan hacía señas hacia el baño, al parecer el señor tendió por rendirse, se encogió de hombros y terminó sentándose.
– Americanos – murmuró al pasar al lado mío. Qué por suerte había escuchado ya que inconscientemente le había bajado un poco el volumen de la música.
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Airplane [HunHan]
FanfictionJongIn insiste en que, SeHun debe tener unas vacaciones. No unas simples, sino en un lujoso hotel en Nueva York, por cinco días... – ¡SeHun! ¿Dónde diantres te encuentras? El hotel ha estado llamándome si vas a ir – preguntó fastidiado JongIn. – ¿Re...