Airplane [HunHan]

Parte I

–  Y te vas a quedar así – espetó Jongin un tanto mosqueado.

– Deja de hablar, hazme el favor… Hágase el molusco con Kyungsoo – doy por terminada la conversación.

A veces, es un tanto agobiante estar al lado de Jongin, insistiendo que debería tomar unas vacaciones. Kyungsoo frunce el ceño notando que de verdad, la conversación me estaba agobiando. Hasta que rompe el tranquilo silencio.

– No hace falta que lo subrayes, Sehun. Jongin siempre va a ser molusco conmigo. Búscate un hombre – habló con seriedad a pesar que noté que se estaba burlando, en realidad, de mí.

– Par de almejas – hablé definitivamente fatigado – ¿Dónde debería tomarme sus apestosas vacaciones? – ambos, al escucharme, sonrieron emocionadamente. Vi como intercambiaban  miradas ¿Comunicándose telepáticamente?

– Hay un sitio muy bueno. Está fuera del país –hizo silencio– ¿Fuera del país te parece buena idea? – preguntó Jongin.

– Supongo…

– Bien. Podríamos ayudarte en tu trabajo. Por suerte tienes un secretario muy flexible – Continuó hablando Jongin, como siempre alagándose. – Kyungsoo me comentó sobre un hotel lujoso. Tu sueldo mensual te alcanza para quedarte cincos días.

Lo miré incrédulo.

– Oh, vamos Sehun – soltó Kyungsoo dejando el café en la mesa.

– Cinco días –alcé la palma de mi mano, indicando los cinco días– se lleva mi sueldo de un mes ¿Les parece divertido? – ambos estuvieron de acuerdo.

– De vez en cuando, uno debe consentirse.

– Páguenmelo ustedes – espeté

– Ni lo sueñes Sehun. Jongin y yo estamos reuniendo para quedarnos unos meses ahí.

– Bien, vacaciones. ¿Cuándo debo irme?

– Mañana. Ésta tarde te compro el boleto – ofreció mi secretario, Jongin.

Unas vacaciones. Unas simples vacaciones, ni tan simples… Si cobraban esa cantidad por cinco días, algo debía impresionar ¿no?

Mis dos bestias de trabajo me ayudaban con los papeleos, para entregarlos ésta noche. Jongin se encargaría de presentarlo mañana, mientras yo tranquilamente tomaba mi vuelo al extranjero. La bestia Chanyeol llegó con bolsas de comidas ‘’Haciendo un pequeña despedida’’ en mi oficina.

Me dirigí al mini-bar para sacar unas botellas de champagne que tenía guardado ara dentro de unos meses. Algo dolido en realidad por coger ese par de botellas que me habían regalado.

– Sí Sehun va para ese lujoso hotel, capaz y consiga una hermosa mujer – comentó Baekhyun después de haber bebido un par de vasos.

– Sehun es gay – insistió Jongin.

– Tú y tus ganas de que lo sea –hablé fastidiado. Se rociaron las pequeñas carcajadas de mis compañeros por toda la oficina.

– Kyungsoo es muy bueno en la cama. Dudo que quiera probar otra cosa –me miró fingiendo asco. Bufé. ¿Qué sentido tenía?

Chanyeol se levantó de la alfombra en la que nos encontrábamos, mientras charlábamos. Baekhyun seguido de él, se levantó plantándole un beso en los labios, tiernamente. Del otro lado estaban los melosos Jongin y Kyungsoo, quién sabe qué murmuraban entre ellos.

Rodeado de puros homosexuales, siendo la perfecta lámpara del lugar, de mi propia oficina.

Creo que si me tomo esas vacaciones dejaré el mal humor que he cargado desde hace ya una semana atrás, cuando mi jefe se toma la molestia de irse de vacaciones sin avisarme sobre sus compromisos, teniendo que estar corriendo de un lugar a otro. También tomaría en cuenta de buscar algo con que divertirme. No una cualquiera de esquina, una que también esté en busca de algo, de aventura.

– Oh, Sehun. Antes de irte… Aquí está el boleto – lo sacó rápido de su maletín. Alzo la mano para despedirme mientras me adentraba al edificio.

En el ascensor me entretengo con el folleto sobre aquel hotel. Tenía varias cosas con que entretenerme. Al revisar el boleto me di cuenta de que eran ocho horas de vuelo. ¿Tanto así? Solo incluía una parada… En china ¿Estaba en broma? ¿Iba para Nueva York? Sólo por cinco días. Con razón ésta mierda era costosa.

Abrí la puerta de lugar que se hacía llamar mi hogar. Escuchaba los vecinos discutir por tener que cuidar un bebé recién nacido. Del otro lado escuchaba gemidos, era sin duda un homosexual que disfrutaba que se la chuparan. Recuerdo cuando el muy ‘hombre’ llegó a tocar mi puerta en bóxer pidiendo un poco de lubricante ¿Quién mierdas le pide eso a alguien?

 Me senté frente al sofá que daba directamente a un televisor que no estaba, recordando ese vergonzoso encuentro con el vecino. El alcohol actuó muy poco en mí ya que sólo me bebí unos cuatros, cincos, seis pequeños vasos… de sueño… qué digo cerveza.

Champagne encima de la almohada…

Sabanas sucias, situación placentera mientras jugaban en mi entrepierna. Podía sentir el placer brotar por mi cuerpo haciéndome sudar, estremecerme constantemente. Llevé mis manos hacia el cabello rubio corto que se entretenía en mí… lugar…

¿Qué? ¿Cabello corto? ¿Rubio?