Niebla

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Escuché muchas veces decir que el futuro está marcado por tus decisiones, tú decides. Con el tiempo, sea bueno o malo, tienes que aprender a vivir con ello. Las metas que quieres en tu vida dependen de ti y de nadie más.

¡Estupideces!

Para mi familia, aquella idea es un simple deseo inútil que nos puede guiar a una desgracia. Tú no tienes decisiones, porque quieres ir a lo incierto cuando ya sabes que existe un camino que te lleva al poder. Yo pensaba igual, sigue el guion que ya está escrito para ti, no necesitas ser diferente...

Solo sigue el guión de tu vida.

Capítulo 1: Niebla

Astrid Russo

Mis padres tomaron la decisión de divorciarse antes siquiera de que nosotros llegáramos a sus vidas. Mamá decidió quedarse con mi hermano y conmigo, porque ella es era la única capaz. Durante nuestra infancia ella fue el único padre que conocíamos. A los 6 mi padre decidió que era momento de estar presente en nuestra vida, pero nunca logró ganar nuestro cariño. Creo que durante ese tiempo la idea de conocerlo nos hacía más ilusión y cuando lo hicimos realmente todo se destruyó.

Siempre ha sido mi dolor de cabeza, uno del cual por más que intente no puedo correr sin volver atrás. Mi madre nos crió a mi hermano y a mí por sí sola hasta esa edad. Luego de ello mi padre estuvo presente siempre, mucho más cuando, por nuestra culpa, casi destruimos el legado familiar.

El pasado es una marca que ninguno de ellos quiere recordar, que ninguno de nosotros quiere recordar.

Nos mudamos de país hace dos semanas, intentando superar el pasado, así es como llegamos a hoy.

Es un nuevo comienzo...

—Tú eres la que va a hablar frente a las cámaras—dice mamá, cerrando la puerta principal del edificio para encaminarnos al parqueo. Los apartamentos de la zona son los más cotizados y la seguridad que tienen fue una de las ventajas que papá vio cuando firmó el contrato.

Es Issac quien no ha salido aún.

—Porque yo? —contesto, ingresando en la parte trasera del auto para mantenerme lo más alejada que puedo de ella.

—No me hagas repetirlo—responde. No lo hago, me mantengo callada en mi lugar.

Después de unos minutos vemos como Issac sale corriendo con un pedazo de pan en la mano, y su maleta a la mitad del brazo. Trata de abrir la puerta del auto sin tener éxito, cada vez que lo intenta la maleta termina al nivel de su mano mientras la vuelve a subir.

Idiota.

Respiro profundo mientras abro la puerta por él, a lo que me regala su típica mirada de agradecimiento a la que ya estoy tan acostumbrada.

-Hoy pagas la comida de ambos- dice mamá dirigiéndose a Issac.

-Que? - voltea a verla confundido. - Porque yo?

- Te demoraste en la ducha una hora y todavía preguntas! - el tono de mamá al momento de regañar hace que me alteren los nervios.

<< tu te demoraste dos >>

En camino a la universidad, mi hermano trata de explicarnos sobre los planes que tiene para mudarse a los dormitorios residenciales.

Solíamos vivir igual en nuestra antigua universidad, pero ahora existe un problema. Incluso aunque Issac trate de explicarle lo más pacíficamente posible, mamá no es la que suele pagar nuestra estadía en los residenciales sino papá. No sé por qué pierde el tiempo intentando con ella si sabemos que su respuesta va a ser un rotundo no.

Be you...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora