La Fuente del Amor (Lukloe) [TERMINADA]

Capítulo IX

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- ¿Y encontraste una de estas fichas en su habitación? - preguntó la Césarie intentando asimilar todo lo que su amiga, entre sollozos, le había contado

- tenía varias - respondió la rubia - tendría que haberme dado cuenta...el día que lo conocí me dijo que siempre había sido rechazado en el aspecto amoroso, debí suponer que sería parte de los ingenuos que creen que lanzando una moneda, o en este caso una ficha de poker, a una fuente mágica encontrarán amor...

- pero lo encontró - respondió la morena - con esto - dijo enseñándole la ficha de poker - tienes su amor asegurado

La rubia negó con la cabeza.

- no así, Alya - dijo la rubia cabizbaja - quiero que me quiera por ser yo, porque quiera realmente estar conmigo, no por un tonto hechizo...

- la mayoría de las personas dicen estar hechizadas cuando se enamoran, ¿Cuál sería la diferencia?

- que yo sé que si le devuelvo esta ficha su amor se irá tan mágicamente como apareció...

La Césarie envolvió a la Bourgeois entre sus brazos para consolarla, sabía que su amiga no había tenido buenas rachas en el amor y sabía que en el poco tiempo que había convivido con el Couffaine había logrado volver a creer en él.

- pero, ¿Y si a pesar de estar hechizado se hubiera enamorado? - preguntó la morena

- ¿Qué quieres decir? - cuestionó Chloe confundida

- a diferencia de los locos que te siguen, ustedes se conocieron antes de toda esta locura, convivieron un momento y se divirtieron...creo que quizá se pueda dar que realmente pudiera enamorarse...

- ¿Podría ser eso posible? - preguntó la rubia sorprendida

- sólo hay una forma de averiguarlo

- ¿Y cuál es? - preguntó la rubia

- esta - respondió Alya poniendo la ficha de poker en las manos de la rubia

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Chloe iba camino a sus clases cuando su móvil volvió a sonar por quinta vez. Miró la pantalla como las veces anteriores y soltó un suspiro antes de volver a rechazarla.

A los segundos, mensajes llegaron a su móvil, uno trás otro.

Luka:

¿Todo bien?, Anoche te fuiste y no supe más de tí

.....

¿Por qué me evitas?

.....

¿Hice algo que te molestara? Si fue así te pido disculpas

.....

Perdóname por lo que sea que hice, estoy seguro que puedo arreglarlo. Sólo no me evites e inténtemos solucionarlo

.....

Una lágrima escapó de los orbes azules de Chloe, la cual limpió rápidamente para luego silenciar su móvil y guardarlo con brusquedad dentro de su cartera.