Prólogo

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Corre...

Corre hacia algún lugar dónde haya personas...

Ya casi llegas, sólo falta poco... tan solo unos metros y llegaba a mi casa

Miré hacia atrás y ahí estaba; con una chaqueta de cuero negra, una sudadera por debajo gris oscuro, pantalón roto en las rodillas negro y una gorra en el mismo color, siguiendo cada paso que daba como si fuera a perder mi rastro. Ya no importaba la bolsa con las compras en mi mano, solo me interesaba el salir de esa situación...

Mi mirada volvió al frente, fijándola en la puerta blanca de mi casa. Cuando lo oí; su voz, una voz que denotaba urgencia, suplica y sinceridad.

Una voz que me pondría la piel de gallina y que sin pensarlo haría mi mundo cambiar en unas cuantas semanas.

RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora